Escribe: Fabio Morisetti

Era el día de las sorpresas: perdió Rafael Nadal en Roland Garros; no ganó “Pechito” López en el TC 2000… Y perdió Rivadavia.
En un partidazo, el Deportivo Argentino se sacó la grande al superar y dejar sin invicto al verde cabralense. El temprano gol de Gastaldi sirvió para que los de Cristian Romero aguantaran el temporal y, con una gran ayuda de la diosa fortuna, se llevaran tres puntos de Arroyo Cabral.
Rivadavia tiene una efectividad importante en el arco de enfrente. Entonces ¿Cómo se explica que haya perdido y no haya hecho goles? Bueno, quizás el interrogante se devele si decimos que tuvo cinco tiros en los palos. Sí, cinco veces palos y travesaños le negaron el gol a los de Pereno, que merecieron mejor fortuna que irse con las manos vacías. Pero así es el fútbol, donde los hechos marcan el destino de los equipos.
El partido era tibio, pero a los 16’, en la primera llegada, Argentino se puso en ventaja. Un gran pase de Cristian Fernández dejó solo a Gastaldi, que definió ante la desesperada salida de Tisera.
A partir de allí, se vivieron 80 minutos de puro vértigo. A los 17’ Centeno, de zurda, la mandó por arriba; dos minutos después, Germán Danna le erró a la volea cuando entraba en soledad para definir, y en una ráfaga de 180 segundos, Rivadavia no pudo llegar al empate en tres acciones distintas: primero Suárez probó de lejos y encontró la volada de Sami Suárez; después Bolatti envió una volea que llamó otra vez al arquero, y la figura del partido volvería a aparecer para ahogarle el gol a Centeno. Todo pasó entre los 23 y 26 minutos.
El dominio de Rivadavia era abrumador. A los 34’ Ceballos entró por derecha solo para perder con el golero visitante. Ya en los cinco finales, un gran pase de Marcos Berterame dejó solito a Bolatti, pero lo que no pudo hacer Sami Suárez lo hizo el palo: le dijo no al goleador.
El final a toda orquesta tuvo continuidad a los 42’ con un centro de Cristian Fernández que cabeceó Gastaldi a las manos de Tisera. Un minuto después, el cabezazo del “Puli” Berterame dio en el palo y el rebote lo tomó Bolatti para hacer lucir a Suárez una vez más. Ya en el descuento, el arquero se quedó con el cabezazo de Centeno.
El resultado era por demás mentiroso, pero Argentino había hecho el gol en un momento clave, mientras que entre Sami Suárez y el palo le negaban el empate que merecía al local.
A los 30 segundos del complemento, Cristian Fernández se perdió el gol mientras su hinchada pedía penal.
Rivadavia empezaba a impacientarse y presionaba incesantemente ante un Argentino que ya casi no atacaba y apostaba todas sus fichas al “Pelé” Andrada y Fernández adelante.
César Rodríguez entró y en una de las primeras pelotas que tocó, a los 19, reventó el palo con un tiro libre potentísimo. El verde ejercía una presión asfixiante ante un rival que corría a todas y reventaba sin miramientos toda pelota que osase caer en las cercanías de su área.
El campo de Argentino fue virtualmente el único lugar donde se desarrollaron los últimos 15 minutos. A veces con claridad, otras a puro ímpetu, lo cierto es que el líder se llevó por delante a su rival, pero no pudo contra los palos y Sami Suárez.
A los 31, tras una buena acción individual, Marcos Berterame quedó solo frente al arquero, pero éste ganó una vez más. Tres minutos después, el palo derecho le negó el gol a un cabezazo de Acosta.
En una de las escasas contras con que contó Argentino apareció toda la viveza de Cristian Fernández para ganar una pelota que parecía perdida y obligar a que le cometieran penal. A los 42 minutos, otro gol hubiera sentenciado la suerte de Rivadavia en forma anticipada. Jacobi tomó la pelota, Gonella lo pidió especialmente y le pegó muy mal sobre el palo derecho para dejar pasar la chance.
Entonces, los de Romero debieron seguir sufriendo, porque a los 44, Rodríguez metió un tremendo derechazo que devolvió el travesaño y los excesivos cinco minutos de adición se jugaron en el área visitante casi en su totalidad.
Sin embargo, la diosa fortuna le había guiñado el ojo a Argentino, que consumaba la hazaña de ganarle a Rivadavia y sacarle invicto de una rueda y media.
Los muchachos de la visita festejaron como si hubieran ganado el campeonato. Y no les hablen de merecimientos, porque consiguieron el gol y lo defendieron con uñas y dientes. La gente local despidió con aplausos al verde, porque entendieron que contra la mala suerte, no se puede. Y no era el día de Rivadavia.

@El árbitro
Buena labor de Fabio Monge, que no tuvo complicaciones. Acertó en las amonestaciones y los errores que cometió fueron menores. Lo único para destacar en el debe fue el excesivo descuento en la segunda etapa.

@La figura
Sami Suárez y Cristian Fernández fueron los puntos altos de la gran victoria de los de barrio Santa Ana. El arquero fue una muralla infranqueable para las camisetas verdes y el delantero aportó toda su habilidad para asistir en el gol y tener el balón cuando su equipo más lo necesitaba.