Un adolescente de 15 años de edad, que reside en una vivienda rural junto a sus tíos, resultó ser el autor de una serie de destrozos y robos perpetrados durante la semana pasada en el cementerio de James Craik.
El caso se sustancia en la Fiscalía de Instrucción de Oliva, aunque el menor, por su condición, permanece en libertad.
Los hechos que involucran al chico se registraron el miércoles de la última semana de mayo, en el interior del campo santo craikense, donde se observó que habían ingresado al mismo y, en el sector donde se encuentran los nichos que guardan los restos de niños fallecidos, se hallaron vidrios rotos, a la vez que se habían registrado sustracciones de algunos objetos depositados por familiares de los extintos.
Del interior de los nichos fueron sacados ositos de peluche, angelitos, la gorra de un bombero fallecido y otros objetos que dejaron los parientes de los muertos.