A Nuria Rojo (29) le gustaba contabilidad en la escuela secundaria, aunque cuenta que le iba mal. En 1998 comenzó a estudiar. Confiesa que le costó bastante, pero que nunca pensó en abandonar. “Estudié en la universidad de Río Cuarto y luego me pasé a la de Villa María. Elijo esta, por muchas cosas. Si la carrera te gusta, te conviene quedarte acá, porque al ser más chica hacés amistades y el contacto con los profesores es más fluido”, le contó ayer a EL DIARIO.
Nuria apuntó que su asignatura favorita fue impuestos. En ese sentido, llegó a ser durante cuatro años ayudante de alumnos de las materias Teoría y Técnica Tributaria I y II, las que son el “fantasma” de los estudiantes, por lo “complicadas”.
En 2005, Rojo comenzó a trabajar en la biblioteca de la universidad (vicerector Podestá), donde hasta hoy hace la ejecución del presupuesto, estudia las proyecciones de gastos y demás. “Me gusta mucho mi trabajo acá”, confesó. Su horario es de 8 a 15, “por lo que aspiro a ejercer mi profesión también a la tarde, que en la actualidad la tengo libre”.
Nuria se recibió en agosto de 2008 y tuvo su acto de colación en diciembre pasado.