Martín Mania (29) egresó el 18 de abril de 2008, tras rendir Administración del Sector Público, una materia optativa.
Había ingresado en 1998 y “me demandó mucho tiempo, pero nunca analicé abandonar los estudios”, contó ayer a EL DIARIO.
“Trabajo en el sector privado, en una empresa cuya actividad es la industria molinera. Molinos de trigo que producen harina y subproductos con destino a las industrias elaboradoras de pan artesanal y de molde, fideos, galletitas fraccionadas en envases para consumo hogareño y otros artículos alimenticios”, apuntó.
Mania subrayó que “lo que requiere el cliente del profesional en ciencias económicas no es simplemente saber sacar cuentas y hacer asientos contables, sino tener un conocimiento actualizado en diversas disciplinas: cómo administrar una empresa, cómo fluctúa el entorno económico en el que está inserta la misma y estar actualizado en cuanto a las normas, sobre todo las legales que van cambiando sobre la marcha”.
Martín advirtió que “uno no deja de estudiar cuando culmina la universidad, porque la demanda de actualización es constante”.
“Recién comienzo en esto y veo que colegas experimentados no sólo son los contadores de la empresa sino que pasan a ser su psicoanalista, porque les consultan todo tipo de cuestiones”, indicó.
Por otro lado, consideró que además de tener formación interdisciplinaria, “es necesario especializarse en algo, pero que eso no signifique tener posgrados acumulados para exhibir en currículums, sino conocimiento adquirido con responsabilidad para generar un valor agregado en la información que brindas, la que orienta en la toma de decisiones de los usuarios de la misma, como alguna vez me aconsejó un profesor durante mi formación como profesional”.