Señor director:
Quiero expresarme a través de EL DIARIO para dar mi opinión sobre las declaraciones del obispo José Angel Rovai sobre las candidaturas testimoniales.
Como trabajador y militante social, le comento señor que no estoy de acuerdo con sus expresiones de poner en manos de Dios cuestiones que son de personas como usted y yo.
Quiero decirle que mientras se lo convoque al pueblo para profundizar o cambiar un proyecto de país, no hay que tener miedo; en definitiva, es un acto democrático. Hay que elegir a los representantes para enfrentar los problemas y los jueces para instalar la Justicia.
“La campaña en la verdad” que usted pregona es difícil de encontrar, no sólo en el momento electoral, sino en la vida cotidiana.
Me gustaría saber si hay algo que se construya sin “poder”, que no es de uso exclusivo de los candidatos y militantes.
El poder está instalado en cualquier sector y se lo utiliza para bien o para mal. La civilización vino de la mano del poder, el exterminio de los pueblos originarios vino de la mano del poder, el Vaticano es poder.
En definitiva, señor Rovai, las testimoniales, el poder, el hambre, la pobreza, la injusticia... la crearon y la ejecutan seres humanos formados como usted y yo, acá y en el mundo entero.
Mi simple opinión es para comprometernos en hacer la Argentina que la mayoría quiere y no dejar todo en un “Dios nos salve”.
Desde ya, muchas gracias por el espacio.

Walter Fabián Secondino
DNI 20079401
Villa Nueva