El renombrado locutor y animador radial Quique Pesoa expondrá mañana en nuestra ciudad sobre "Un aporte a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual".
Se trata de un evento organizado por el Cispren y el Inescer. Se iniciará a las 20 en la escuela José Ingenieros.
El periodista y conductor de las radios Nacional y Del Plata disertará sobre la nueva Ley de Radiodifusión y la situación actual de los medios en Argentina, en la Semana del Periodista y de la Comunicación.
El popular conductor radial reside en San Marcos Sierras y viaja a Buenos Aires para hacer su programa "Familia Pesoa" los sábados a la mañana en Radio del Plata, transmitiendo desde el Paseo La Plaza, con público presenciando en vivo.
En la localidad serrana regentea una hostería.
En su labor como comunicador, Pesoa tiene un aire entre familiar y campechano, da protagonismo a la música, apela a lo cotidiano y a la actualidad.
Como una forma de situarlo en el espectro de las ideologías comunicacionales, Pesoa se define adversario del estilo de Marcelo Tinelli, el ex dueño de Del Plata: “No me preguntes por qué, pero rechazo todo lo que tenga que ver con él”, declaró recientemente.
En Rosario, su ciudad de origen, dirigió "La mañana entera" en LT8, y luego se lo escuchó en emisoras porteñas con "La oreja" y "En la vereda".
"Creo que el oyente es una especie de socio de un club. Aunque me da la impresión de que, con el correr del tiempo, los oyentes se vuelven menos rigurosos y más aquiescentes, que no genuflexos, y te van perdonando más cosas" ha dicho.
“Los estilos se hacen en base a los choreos. Yo escuchaba a Guerrero Martineiz y de ahí aprendí los silencios, el volumen, la articulación, la expresión a través de la palabra. O la diferencia que había entre una interrupción y un bache”, enfatiza. Y admite haber abrevado en lo campechano de Mareco y Dolina y en la dulce prepotencia de Carrizo, confió al diario Crítica.
"No creo que sea un pecado que opine el que no sabe. Lo más importante es que vos, que estás escuchando, tengas la capacidad de decidir que ese tipo que está opinando no sabe. Que todo el mundo opine es lo de menos”, comenta.