El juicio que se le siguió a Hugo Alejandro Gianinetto concluyó con la sentencia menos pensada. Y si bien terminó siendo condenado, no lo fue por "tentativa de homicidio" (como estaba inicialmente acusado), ni por "encubrimiento" (como lo pidió subsidiariamente el fiscal).
Para el camarista René Gandarillas, el reincidente presidiario villamariense fue autor de "abuso de arma" y le impuso una condena de dos años de prisión por ese delito. Pero como estaba debiendo parte de una sanción aplicada en febrero de 2006, ambas sentencias se agruparon en una única sanción de tres años y cinco meses de cárcel.
Si se tiene en cuenta que el fiscal Francisco Márquez había solicitado una pena unificada de 11 años por el hecho que originalmente se le atribuía, bien puede decirse que Gianinetto la sacó más que barata.
Detenido hace exactamente seis meses, Gianinetto deberá pasar dos años y 11 meses entre rejas, ya que podrá acceder al beneficio de la "libertad asistida", que permite el egreso seis meses antes del cumplimiento total de la condena.
Así, estará en condiciones legales de dejar el Establecimiento Penitenciario Nº 5 durante los primeros días de noviembre de 2011.

"Yo no tuve nada que ver"

Ayer, en la tercera y última audiencia de debate, Gianinetto dijo escuetamente que no tenía "nada que ver" con el hecho que se le endilgaba, al hacer uso de lo que se conoce como "última palabra", instancia previa al dictado de la sentencia.
El episodio al que hacía referencia se produjo el 2 de diciembre de 2008 en barrio Bello Horizonte, cuando dos sujetos armados, que se movilizaban en una motocicleta, llegaron hasta el domicilio de Pablo Morales, sito en Cartagena 731, y lo atacaron a balazos con una pistola 9 milímetros.
Según la acusación del fiscal que instruyó la causa, los ocupantes del rodado eran precisamente Gianinetto y Gerardo Daniel Guillen, y que fue este último quien se bajó del rodado y le disparó a Morales.
Gianinetto fue detenido el mismo día, mientras que Guillen se encuentra prófugo de la Justicia desde entonces ya que nunca fue localizado. Poco después, los dos fueron imputados como presuntos coautores del delito de "tentativa de homicidio, agravado por el uso de arma de fuego".

A juicio, solo

La causa llegó finalmente a juicio y ante la obligada ausencia de su cómplice, Gianinetto debió enfrentar el proceso oral en soledad.
El miércoles, durante su alegato, el fiscal Márquez mantuvo la acusación primigenia y pidió una pena de 10 años (unificada en 11), aunque subsidiariamente solicitó una sanción de tres años (unificada en cinco) por el delito de "encubrimiento", para el caso de que el juez Gandarillas considerara que la prueba colectada no fuera suficiente como para condenarlo por la "tentativa de homicidio".
A su turno, el abogado cordobés Julio César Liviero, defensor de Gianinetto, reclamó la absolución lisa y llana de su cliente por entender que no había participado en el ataque a Morales.
Finalmente, el magistrado interviniente terminó imponiendo un veredicto condenatorio, pero muy diferente a lo peticionado por el acusador público.

Otros detalles

Hugo Gianinetto, alias "Colorado" o "Diente de lata", tiene 34 años (nació en Villa María el 13 de abril de 1975) y registra último domicilio en San Lorenzo 960, en barrio San Justo de esta ciudad.
El 13 de febrero de 2006, él, Guillen y otros tres delincuentes fueron juzgados por diferentes asaltos a mano armada perpetrados un par de años antes en una estancia próxima a Ticino, en un campo de la zona rural de Ana Zumarán y en una vivienda de Carrilobo.
Gianinetto recibió entonces una condena de cinco años de prisión, pero obtuvo la "libertad condicional" luego de pasar tres años y cuatro meses "a la sombra" (las dos terceras partes de la sanción impuesta), por lo que quedó debiendo un año y ocho meses.