Escribe: Alexis Zegatti
Los Zorros se permitió continuar soñando al empatar ayer en Las Perdices por 2-2 con San Lorenzo y de esta manera conseguir la clasificación a la final del campeonato y así tener una doble chance de ascenso a la mayor categoría del fútbol local.
Desde el vestuario comenzó ganando San Lorenzo, cuando a los dos minutos, “Chopo” Morales (que volvía de una suspensión de tres fechas), ejecutó un tiro libre que se cerró e ingreso por atrás del arquero.
Un par de minutos más tarde, en el área local cayó un centro y el árbitro cobró un penal de Balocco sobre Solís, aunque también le cometían infracción a Franco Garis. Echeverría ejecutó el tiro desde los 12 pasos y lo cambió por gol para igualar el partido.
Dos llegadas, dos goles, pero poco juego. No obstante, a los 23’ nuevamente tras una pelota parada llegó la ventaja de San Lorenzo, cuando un mal despeje de la defensa, la pelota la capturó Morales, quien por segunda vez puso a su equipo adelante en el marcador.
Sobre el final de la primera parte, Bolatti se perdió un mano a mano increíble luego de robarle la pelota a Rodríguez, y Pereyra le contuvo un remate a Martínez, mientras que el delantero de Los Zorros, Nicolás Ponce, se fue expulsado tras simular una falta en el área (estaba amonestado).
La segunda parte tuvo dos expulsados para el local, a los 5’ y a los 12’ vieron las tarjetas Vos y Ellena, dejando así al local con un hombre menos, y también en ese comienzo, Bolatti se perdió el tercero.
Ya con espacios, y un hombre de más, Santoni envió a la cancha a Juan Ponce, dándole a su equipo el fútbol que le faltaba.
Cuando restaban poco más de 10 minutos, Martínez recibió el balón, quedó cara a cara con Pereyra y esta vez definió muy bien a ras del suelo, dándole la chance de pasar a la final a su equipo.
El desenlace fue apasionante, porque dos minutos más tarde le cometieron una falta en el área a Morales, el referí cobró penal. Pero, “chopo” se fue retirado en camilla para ser atendido, por lo que se tuvo que hacer cargo del penal Tóffolo, pero el juvenil no tuvo suerte, remató al medio del arco y Ambrosino pudo detener con sus piernas.