Eran alrededor de las 17.30 y los alumnos del Instituto Secundario Bernardino Rivadavia abandonaban las aulas y ganaban la calle. Entre ellos, Darío Romero (13) quien, cuando intentaba sacar su bicicleta fue impactado por un Volkswagen Polo patente FXI 140 conducido por Roberto Balenzano.
El chico sufrió un golpe en la rodilla derecha y se pegó un gran susto.
Fue asistido por los Bomberos en el lugar del hecho y, según trascendió, posteriormente fue trasladado a una clínica privada.
Aparentemente, por fortuna, el asunto no pasó a mayores. Sin embargo, cabe reflexionar al menos sobre dos aspectos del hecho. En primer lugar, no había agentes de tránsito en la esquina, a una hora en que son más que necesario. Cierto es que llegaron minutos después, pero para el caso, ya era tarde. En segundo término, tal vez sea obvio decirlo, pero lo menos que puede esperar un automovilista que circula por una calle a la salida de la escuela es que un chico se cruce, por lo que no estaría mal extremar las precauciones.
También se registró ayer un choque en Santiago del Estero y bulevar Alvear.
Allí chocaron el Fiat Duna guiado por Aldo Ferreyra y la moto Honda Trip guiada por Olivo Stellón. Como consecuencia, el motociclista presentó lesiones que motivaron que fuera asistido en el lugar por los Bomberos.
El tercer accidente ocurrido en la víspera tuvo lugar en Jujuy y Bruno Ceballos. Allí chocaron el Fiat Fiorino conducido por Marcos Ascona con la moto Guerrero 50 en la que se conducía Agustín Ferrero, de 16 años, quien sufrió algunas lesiones. También fue asistido por los Bomberos en el lugar del choque.