Dos propietarios de sendos comercios villanovenses se expresaron en el Concejo Deliberante visiblemente angustiados por el valor de la multa que se les aplicó por tener alimentos vencidos en sus locales.
"Hace 16 años que tengo el negocio. Es una empresa familiar, en la que me paso doce horas diarias trabajando. Tenía pocas cosas vencidas. La Municipalidad no realizó concientización, Bromatología nunca había venido. Es la primera vez y me colocaron una multa de mil pesos, que para un negocio chico es mucho", explicó el señor. Luego le tocó el turno a una mujer, dueña de un almacén, la que deberá abonar dos mil pesos por la misma causa. "Hace 25 años que tengo el local y estoy 20 horas por día abocada a esto. Necesito el trabajo. Les imploré a los inspectores que me tengan consideración, porque no puedo pagar tanto. Tenía café y caldos vencidos y unas pizzas que se vencían el día de la inspección", señaló. "En 25 años jamás me hicieron un control de este tipo. Nadie me denunció por vender productos vencidos. Está mal que haya habido, pero les pedí consideración; tienen que tener en cuenta que se me pasaron algunas cosas. Y necesito ese dinero porque estoy enferma, siendo tratada médicamente", dijo la mujer al borde del llanto.
La exposición de los dos casos provocó distintas reacciones por parte de los concejales. La oficialista Angela Forneris subrayó que hay que preservar la salud de la gente y tener extremo cuidado con lo que uno vende. El radical Javier Pérez también reprobó la presencia de alimentos vencidos, pero consideró que "si se aplican estas multas, entonces habría que meter presos a los dueños de la firma que armó los bolsones sociales con artículos vencidos", trayendo a colación lo ocurrido recientemente, que es de público conocimiento.
En igual sentido, su par de la bancada, Sandra Bailone, se preguntó si se es equitativo. "Con la empresa de los bolsones no se tomaron las mismas medidas", enfatizó la polémica líder de la oposición.
La situación llevó al dirigente "boina blanca" Germán Bicego a señalar que "al primero que deberían echar es al funcionario que controla los bolsones en la comuna" y dijo que la multa a estos dos comerciantes "es leonina".
El titular del Centro Comercial, Víctor Urbani, manifestó estar "preocupado por cómo actúa el municipio" y sostuvo que hay ánimo recaudatorio. "Hay que informar, educar y por último multar", afirmó y pidió cursos de concientización.