Todos los ciudadanos de bien queremos que la Justicia funcione de la mejor manera posible y que su largo brazo llegue hasta aquellos que infringen la ley. Pero la realidad cordobesa, y en especial la de Villa María y zona, dice otra cosa. Hay más de veinte muertes y una desaparición sin esclarecer, lo que da un marco de impunidad que revictimiza a quienes sufren el accionar de la delincuencia y genera intranquilidad en la sociedad toda.
Las causas de que éstos y otros delitos no puedan ser esclarecidos por la Justicia deben ser varias, pero a la hora de ejercer nuestros derechos como ciudadanos es lógico, y necesario, que reclamemos que se castigue a los culpables. No existe justificativo posible para aceptar que estos crímenes queden impunes.
Entre los casos que actualmente la Justicia tiene para esclarecer se cuenta el referido al atentado contra la vida del sindicalista y dirigente político Alejandro Roganti. Si bien se han producido avances en relación a los autores materiales, es necesario llegar hasta aquellos que idearon el atentado.
Si sólo se apresara y condenara a los autores materiales, el caso quedaría con sabor a impunidad dado que sólo se estaría castigando a quienes fueron herramientas al servicio de otras oscuras figuras que, desde algún lugar con poder económico, encargaron el crimen.
Según se ha publicado en los medios de prensa, se sabe que los hermanos Eve han tenido contacto telefónico con personas del entorno de Brandolín, a quien no pocos señalan como un hombre con capacidad económica y antecedentes necesarios para ser sospechado como un interesado en el silenciamiento de Roganti.
Que estas personas tuvieran contacto telefónico con los supuestos autores materiales del atentado no es un dato menor, como tampoco lo es la posibilidad histórica que tiene la Justicia para mostrar que realmente puede llegar hasta los autores intelectuales y condenarlos.
Sabemos que ésta debe ser una tarea difícil, pero la sociedad no ha organizado un servicio de justicia para que haga aquello que le resulte fácil.
Si algún hombre del Poder Judicial sostuviera que hace todo lo posible pero igual no puede, deberíamos pensar si no tendríamos que analizar todo el sistema judicial para ver qué hace falta ajustar.
Lo que no podemos, bajo ningún concepto, es creer que existe justificativo para no hacer justicia.
Una hipotética impunidad de los autores intelectuales en el caso Roganti sería una amenaza constante contra todos los dirigentes sociales, políticos o gremiales que no entienden la militancia como una manera de hacerse ricos. Una amenaza para los que entendemos la militancia social, política y gremial como una forma de pelear cotidianamente, desde distintas posiciones, para hacer de esta una sociedad más justa.
Oscar Mengarelli - Secretario General de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) de Córdoba
Camilo Rodríguez - Secretario General de la CTA filial Villa María
José Luis Bernabé- Secretario de
Organización de la CTA - filial Villa María
Jesús Chirino - Secretario DD.HH. de la CTA Villa María
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