Salvador Ramos, su esposa y su hijo fueron víctimas de un asalto comando en su casa de la calle República de Israel 429, en el barrio Santa Ana de esta ciudad, el martes a la noche, alrededor de las 22.30.
Tres sujetos armados, dos de ellos encapuchados, sorprendieron al matrimonio cuando arribaba a la vivienda, donde los aguardaba su hijo.
Ramos entró su camioneta -una Ford Ranger modelo 2008- al garaje, su esposa entró a la casa y cuando él fue a cerrar el portón se encontró con los tres individuos, quienes emergieron de la oscuridad y lo encañonaron, obligándolo a ingresar a la morada y cerrar la puerta tras de sí.
“Dame la plata”, fue la lacónica orden que no dejaba lugar a dudas, dada la decisión con la que actuaron los delincuentes, apoyados en la seguridad que les daban las armas apuntando al dueño de casa.
La esposa de Ramos presa de una crisis nerviosa rompió en llanto.
Al escuchar los ruidos y gritos, el hijo de Ramos, que estaba en su dormitorio, salió a ver qué pasaba. Apenas atravesó el vano de la puerta fue disuadido por el cañón de una pistola. Ni un solo movimiento.
“La plata”, insistieron los asaltantes, quienes sabían perfectamente que Ramos guardaba en su casa una importante cantidad de dinero.
Uno de los delincuentes fue directamente al dormitorio del matrimonio y rompió la puerta del placard. Allí, al alcance de la mano, estaban los 75 mil pesos en efectivo. También se llevaron joyas, por un valor que no trascendió, y los teléfonos celulares.
Encerraron a los Ramos en el dormitorio y desaparecieron, en las mismas sombras de la noche de la que habían emergido un cuarto de hora antes para encañonar a su víctima.

@ ¿Una batida?

Ramos, de nacionalidad boliviana, es productor hortícola, posee una importante quinta y un puesto de venta en el Mercado de Abasto de Villa María. Según pudo saberse, ayer tenía previsto cambiar su Ford Ranger por una pick up 0 kilómetro. Por ese motivo había llevado tanto dinero en efectivo a su casa.
En el entorno familiar de la víctima sospechan que pudo haber “una batida”, que alguien pasó el dato de que el productor estaba por concretar en la víspera esa operación en la concesionaria.
La presunción se funda en que los delincuentes sabían que Ramos tenía una importante suma de dinero en la casa, de eso, la víctima y su entorno familiar no tienen dudas.

@ Sigilosos

Pudo conocerse que el atraco estuvo muy bien planeado y los tres delincuentes con sumo sigilo, tanto al sorprender a Ramos en la puerta del garaje para ingresar a la vivienda, como en el momento de huir tras encerrar al matrimonio y su hijo bajo llave.
Nadie sabe nada, nadie vio nada. Ni siquiera el vecino de una de las casas colindantes, que es policía.

@ Reunión de vecinos

Consternados y preocupados por lo ocurrido, que en realidad se agrega a una larga lista de delitos contra la propiedad que se vienen sucediendo desde hace un tiempo en ese sector de la ciudad, tras el asalto a la familia Ramos los vecinos de la cuadra se reunieron y evaluaron la posibilidad de hacer una colecta para pagar un guardia de seguridad privado con la intención de minimizar los riesgos de robo.
@ “Están muy mal y temen por su vida”

Liliana Ramos, hija del matrimonio asaltado, atendió el teléfono: “Disculpe, pero mis padres no van a hablar. Están muy mal y temen por su vida, han quedado muy shockeados después del asalto”, dijo ante la consulta de EL DIARIO.
“Mi madre está incluso medicada, ha sido muy fuerte para ellos”, explicó la joven.
Cabe agregar que hace más de 15 años que la familia Ramos vive en esa casa del barrio Santa Ana.