Noelia Tridenti, Gabriela Tavella y Marcela Vallano, entre otras docentes de la Escuela Especial 20, informaron de una grave situación que vuelve a padecer el edificio de la institución.
En primer punto, señalaron que “como fue de público conocimiento, la nuestra, fue una de las 110 escuelas inauguradas en setiembre de 2004. Debido a los problemas de contaminación detectados a través de síntomas diversos en la población, se dispuso el traslado en tres oportunidades al edificio de Mariano Moreno 270 (hoy Museo Sabattini). En febrero de 2009, se habilitó nuevamente el edificio después de disponer de pruebas científicas que verificaban la presencia del 2 etil hexanol en cantidades mínimas aceptables para la salud”.
En el segundo punto de la nota indican que “debido a la persistencia de afecciones en un grupo de docentes y alumnos (jaquecas, náuseas, vómitos, conjuntivitis, eruptivas en la piel, irritación en las mucosas, fatiga, malestar estomacal y diarrea) sin causas identificadas, se informa la situación al Ministerio de Educación. Ante esta situación se continúa investigando y se detectan pérdidas importantes en distintos lugares de la red de gas. Preventivamente se determina la suspensión de este servicio, advirtiendo una disminución en la sintomatología mencionada”.
Y agregan: “El personal de Arquitectura de la provincia valora la necesidad de realizar nuevamente la instalación de gas completa, clausurando definitivamente la anterior a pesar de que su uso fue solamente de cinco meses”.
“En esta instancia nos preguntamos con honda preocupación ¿cómo es que se habilitó un edificio educativo sin controlar fehacientemente el estado de los distintos servicios que forman parte de las instalaciones? ¿Quién responde ante el peligro al que fue expuesta toda la población educativa? ¿Qué confianza podemos depositar en los representantes del Estado, discriminando los distintos niveles de responsabilidad de los funcionarios intervinientes? Y a la empresa constructora, Electroingeniería, ¿quién la supervisó y supervisará en las construcciones a su cargo ante esta mala praxis? ¿Quién responde ante el daño económico y moral ocasionado?”, indicaron.
Por todas esas razones, las firmantes de la nota quieren dejar “expresa constancia de la disconformidad ante la utilización en esta campaña electoral de la bandera política de la inauguración de nuestra escuela por personas inescrupulosas en distintos medios locales y nacionales, cosa que no es veraz”.
Finalmente, manifestaron que “a pesar de las frustraciones y constantes contratiempos, continuamos apostando a una educación de calidad en un edificio digno como el que se merece nuestra comunidad educativa”.