Eran las 4.30 de la madrugada de ayer y la música estaba a full en el boliche bailable Alma. Las luces acompañaban la fiesta y el tintinear de las copas se entreveraba con el rumor de las parejas que ocupaban la pista.
Pero otro entrevero estaba por tener lugar en el local de esparcimiento ubicado en avenida Presidente Perón esquina Ramos Mejía.
Un efectivo policial que estaba cumpliendo tareas de guardia adicional alcanzó a divisar desde el comienzo cómo un grupo compuesto por ocho jóvenes iniciaba una acalorada discusión que no tardó en pasar a mayores.
Casi al unísono, como sincronizados, comenzaron a volar vasos de un lado y trompadas del otro. Y poco se hicieron esperar los botellazos, patadas, gritos y razguños, generando una verdadera batalla campal con improvisadas, pero no por eso menos peligrosas, armas.
Los efectivos policiales no tuvieron más remedio que intervenir para apaciguar los ánimos y separar a los contendientes y también tuvieron su parte en el reparto de golpes resultando con algunas lesiones.
También hubo heridos por el lado de los civiles que iniciaron la reyerta. Uno de ellos, resultó con un corte en el rostro, hecho, aparentemente, con un trozo de vidrio, resto de un vaso o botella rota.
Finalmente, los policías lograron restituir la paz, llevándose detenido a uno de los iniciadores de la batahola, a quien se le imputó el delito de "lesiones leves y resistencia a la autoridad" y quedó a disposición de la Justicia local.