Escribe: Fernando de Goycoechea
Finalmente, y después de ocho fechas de espera, la victoria llegó para quedarse en la casa de los hombres de tres colores.
Animando uno de los clásicos que tiene el interior provincial, San Martín derrotó por 31 a 30 a Urú Curé de Río Cuarto.
El primer triunfo obtenido por el “tricolor” en esta temporada fue como consecuencia de una acertada tarea en varios de los aspectos que hacen a este juego.
Para destacar en el local fue la obtención desde las formaciones fijas (principalmente el scrum) y las elecciones para desequilibrar la defensa de los de la “Lechuza”.
Pero no sólo con la pelota en las manos los villamarienses tuvieron su mejor tarde sino que a la hora de defender, el tackle y el notable volumen de recuperación del balón, le dieron al “Sanmar” una oportunidad, que no desaprovecharon, para despedirse con una alegría de la primera fase del torneo.
Sin embargo, la tarea no fue fácil y el toma y saca se extendió durante los ochenta y tantos minutos que duró el juego en barrio Las Acacias.
En la primera parte, las buenas combinaciones entre Ignacio Morra y Matías Zurro (ambos convirtieron tries y el apertura también conversiones) marcaron el camino. Más tarde, César Crescimbeni (de buena tarea) se dio el gusto de aterrizar en el ingoal adversario para dejar a su equipo liderando el tanteador.
En tanto, los tries de Bustamante y Graglia, sumados a la efectividad de Federico Boheler pateando a los palos, tradujeron en números los mejores momentos de los riocuartenses y los dejaron a sólo un punto de distancia de su anfitrión.
En el segundo segmento, los visitantes reaccionaron. A pesar de haber perdido totalmente el control del scrum y haber recibido un nuevo try (por gestión de Martín Atienza), el equipo del “imperio” intentó resolver el pleito redoblando esfuerzos por el lado de los forwards y llevando la pelota al ancho de la cancha.
La fórmula resultó para Urú Curé, los puntos llegaron (un try convertido y un penal) y con ellos la esperanza de quedarse con la victoria.
Los últimos minutos fueron no apto para cardíacos. Los “tricolores”, bajos en el tanteador, se jugaron cada pelota a todo o nada.
Sin tiempo para más, y a pura potencia, Heber Biassi coronó un buen movimiento entre backs y delanteros e hizo delirar con su conquista a toda la hinchada “tricolor”.