Nuevamente, este 21 de junio se vivió una fiesta en el enigmático monumento de Stonehenge, en el sudoeste de Inglaterra, donde unas 36.500 personas se reunieron a puro ritmo y rituales místicos durante la madrugada para celebrar el solsticio de verano.
La oficina de Patrimonio Nacional, responsable del monumento, informó que, como en años anteriores, una variada multitud (druidas, hippies, devotos del sol y curiosos) se dieron cita ante los enormes bloques de piedra que componen el círculo prehistórico para presenciar los primeros rayos de sol del día más largo del año.
La multitud, que pasó la noche acampando en Stonehenge, según Patrimonio Nacional, fue la más numerosa que se recuerda en el milenario monumento.
El famoso enclave prehistórico, donde se puede ver la luz solar atravesando el eje de la construcción neolítica, tiene unos 5 mil años de antigüedad y es denominado también "El Templo del Sol". Desde hace varias décadas es el lugar elegido para festejar la llegada del verano boreal en Inglaterra. Cada año, numerosos seguidores del culto pagano druida, de origen celta, así como fans del movimiento "New Age" ("Nueva Era") y simples curiosos, visitan Stonehenge para contemplar el solsticio de verano.
Los bloques de piedras circulares de Stonehenge, construidos posiblemente en tres fases desde el año 3100 antes de Cristo, están planeados como un calendario en el cielo dirigido al momento final del solsticio.
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