Esta obra firmada por el arquitecto Pachi Firpo se alza a una distancia discreta del mar, en medio de una vegetación tupida.
Aquí, el lujo del espacio le ofrece la posibilidad de extenderse a sus anchas en planta baja.
Entre el aire cargado de sal y del perfume de la hierba de campo, la estructura de la casa está regida por una geometría de líneas netas (de un diseño mexicano estilizado y, también, con cierto elemento art deco).
También está regida por las amplias aberturas y paños fijos que enfrentan sin cortinas el paisaje.
De depurada geometría y sutil transparencia, la construcción en forma de “U” abriga la galería del viento.
Con un deck de lapacho salpicado de islotes verdes con palmeras, arbustos y una enredadera, la galería bordea el trazado en forma de “U” de la casa, para proteger del viento sus espacios: la pileta en el centro, y a la sombra, la parrilla y un living exterior con el placer de una chimenea para las temporadas más frías.
La terraza recorta sobre la pared su motivo de pirámide trunca, se repite en los contornos de la pileta, y la galería permite protegerse del sol.
Frente al ventanal, al pie de dos paños fijos dispuestos en ángulo recto con vista al campo y al mar, un banco de material se cubrió con colchonetas y quedó convertido en dos divanes.
El living-comedor tiene cortinas, lo cual hace más intensa y vívida la relación con el exterior. Este espacio no presenta aberturas y queda resguardado del fuerte sol de verano.
El baño principal muestra una cierta simplicidad que se respira en toda la casa.
El dormitorio principal está en la altura, se encuentra en la única habitación de la planta alta.
En esta residencia de contornos amarillos y proporción cuidada, no es necesario buscar la intimidad entre cuatro paredes porque goza del privilegio absoluto de la soledad.
Quien la habita se adueña a la vez de un paraje de pampa y mar que desafía el concepto humano de límite para ganar un panorama de libertad y dimensiones espectaculares.
Fuente: Espacio Living