Toda la recaudación de la mañana de ayer (la Policía local no puntualizó con exactitud de cuándo dinero se trataba) y una importante cantidad de tarjetas telefónicas fueron sustraídas ayer a la siesta en un telecentro de la calle Catamarca al 1350, propiedad de Donato Ansalone.
El hecho ocurrió alrededor de las 13.30 de la víspera cuando dos sujetos jóvenes ingresaron al local comercial, donde además de las cabinas telefónicas hay un quiosco y una fotocopiadora, que en ese momento era atendido por la empleada Jésica Torres.
Valiéndose de engaños, el par de pillos logró sustraer en pocos minutos la plata y las tarjetas.

Uno charlaba,
el otro robaba

La artimaña utilizada en este caso por los amigos de lo ajeno es tan antigua como el robo.
Según pudo saberse, uno de los atrevidos rateros distrajo a la muchacha haciéndole varias preguntas y atrayendo su atención lejos de la caja registradora.
El otro caco, mientras tanto, se apoderó de la recaudación en efectivo y de las tarjetas telefónicas.
Cuando Jésica Torres quiso darse cuenta, ya había sucedido. Los ladrones se dieron a la fuga. Nada pudieron hacer la muchacha ni la Policía para evitar el robo.

Antecedentes

Cabe consignar que este negocio fue asaltado ya en otras oportunidades, al igual que otro comercio de las mismas características, que Ansalone poseía sobre el bulevar Sarmiento, casi esquina Sobral y que decidió cerrar, cansando de ser víctima de los ladrones.