Miguel Cuenca (foto), el agrónomo que participó de la reunión de conformación del consorcio problema tiene dos fases, una de erosión y otra de colmatación, es decir que en un lado saca tierra y en otro deposita.
“La erosión comienza cerca de Alpa Corral, donde el tema es gravísimo, y de allá viene la tierra. Cuando los campos hacen siembra directa, entrando en un programa de sistematización de suelos, dejan de perder grandes volúmenes de agua, pero siguen activas todas las cárcavas, y eso es lo que permite que traiga gran cantidad de tierra y barro y los deposite en esta zona”, dijo.
“El principio de la solución, es atacar donde comienza el problema”., afirmó el profesional. “Acá en el llano, hay que buscar la causa y eliminarla para terminar con las consecuencias”, agregó.
Compactación de suelos y siembra directa y rotaciones: la siembra directa bien implementada, no trae problemas, pero cuando no hay rotación, donde no quedan rastrojos, se compacta la tierra y se producen muchos inconvenientes. Por ello es indispensable la rotación con gramíneas, maíz, sorgo y trigo, que tienen raíces profundas y aumentan la infiltración.
Uno de los grandes problemas del Tegüa es que la frontera agrícola ha subido en las sierras y el problema superó el tercer grado de erosión en las cárcavas, que al estar activas siguen trasladando barro.
Capacidad de infiltración: los suelos con monte, en esta zona, tienen una capacidad de infiltración de 160 mm/hora, de acuerdo al tipo de suelo, recién desmontado, se reduce a la mitad, con una cantidad de materia orgánica de 4% al 5%, cuando se fueron trabajando los suelos, fue bajando la capacidad de infiltración, al igual que la materia orgánica, hay suelos que apenas tienen el 0,7.
Según el ingeniero Cuenca, para mejorar la situación actual se puede socavar el lecho del arroyo, “pero la solución total, requiere comenzar con una sistematización cerca de Elena, haciendo lagunas de retención como micros embalses para frenar los picos de escurrimiento, lo que significaría que el caudal pase muy lentamente, sin hacer daño y al retirarse las aguas se puedan usar las tierras para cultivos, ya que lo único que quedaría sin ser utilizado seria el paredón, porque el tiempo de desagote, es lo suficientemente rápido como para que no se pierda la cosecha, ya que no se daña el cultivo”.
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