Directivos de OSPIL y AMMA, dos obras sociales de origen sindical y mutual, vieron con buenos ojos la aprobación de la Ley de Trastornos Alimentarios conocida como Ley de Obesidad y aclararon que en las respectivas entidades vienen considerando los temas en cuestión como enfermedad.
Nora Landart, coordinadora de la Presidencia de AMMA y responsable de los departamentos de prestaciones médicas y farmacia, indicó que “es realmente positivo que se considere a la obesidad como enfermedad porque es un avance en los derechos a la salud”.
Dijo que en la mutual lo entienden como un problema de mucha complejidad y en consecuencia, vía excepción, tienen a disposición un equipo interdisciplinario que trata a las personas obesas que solicitan.
“Cuando se ha requerido, hemos puesto a disposición toda la farmacología necesaria, además de la atención clínica, nutricional y psicológica. No podemos decir que antes de la ley estuvieron todos los afiliados asistidos, porque seguramente, muchos directamente no solicitaron el tratamiento”, indicó.
Mantienen una visión diferente de la mayoría de las prepagas que pusieron el grito en el cielo por los perjuicios económicos que podría causar la cobertura de operaciones. “Nuestro origen es sindical y mutual. Por eso, no hacemos un balance de números sin tener en cuenta a la persona. Por supuesto que hay que estudiar la incidencia del costo de las operaciones, pero es indudable que es una enfermedad que requiere el tratamiento”, aseguró.
Recordó que en el año 2001 quisieron poner en marcha un equipo para tratar el tema, pero “la crisis que vino ese año impidió que continuara el proyecto”, concluyó.
En el mismo sentido, Enrique Gauna, médico auditor de OSPIL, la obra social de los trabajadores lácteos, también destacó como muy positiva la ley.
“Nosotros venimos trabajando desde hace un año en la prevención no sólo de la obesidad, sino de la drogadicción y la discapacidad”, indicó.
“Creo que tiene que tener el tratamiento de una enfermedad pero además, como obra social, nosotros asumimos el compromiso de hacer campañas para evitarla y disminuir su incidencia en la población de afiliados”, agregó.
En ese equipo de prevención trabajan médicos clínicos, psicólogos, nutricionistas y hasta un endocrinólogo.
Cabe señalar que en el ámbito público provincial ya estaba contemplado como enfermedad la obesidad. Lo mismo ocurre con la obra social de la provincia, por lo que en esos ámbitos no habrá cambios.

Lo que dice la ley

* La prevención, el diagnóstico y el tratamiento de la obesidad, la bulimia y la anorexia serán cubiertos por los planes médicos de obras sociales y firmas de medicina prepagas. Dependerá de la reglamentación de la ley si esa cobertura incluirá intervenciones quirúrgicas.
* Impulsarán programas de información en materia de nutrición y salud alimenticia.
* Buscarán evitar la instalación de una cultura de la delgadez como norma de vida. Al respecto, la ley propone que su reglamentación contenga controles a las publicidades sobre ropa y moda, prohíbe la participación de menores de 21 años en los avisos de productos para bajar de peso y la obligación de que todo método para adelgazar esté respaldado por un especialista médico o por un nutricionista.
* También contemplan la aplicación de programas tendientes a combatir la discriminación contra quienes padecen obesidad.
* Las escuelas deberán tener en sus quioscos productos de valor nutritivo y evitar la comida chatarra.