La elección de representantes cordobeses para el Senado de la Nación tiene una resolución fácil de comprender: obtiene dos bancas la lista que saca el mayor número de votos y un escaño la que se ubica en segundo lugar.
En cambio, para la Cámara de Diputados, donde Córdoba renueva nueve bancas, se emplea el sistema D’Hont.
Este es un método que se utiliza justamente para repartir las bancas de un parlamento, de modo "proporcional" a los votos obtenidos. Además de Argentina, lo utilizan Austria, Bélgica, Bulgaria, Chile, Colombia, Croacia, Ecuador, Eslovenia, España, Finlandia, Guatemala, Irlanda, Israel, Japón, Paraguay, Polonia, Portugal, la República Checa, Suiza, Turquía, la República Dominicana y Venezuela, entre otros países.
Tras el recuento de los votos, se realiza una serie de divisiones para cada una de las listas intervinientes en las elecciones.
¿Qué se divide? El número total de votos recibidos por la lista, por los números que van del uno al de las bancas a repartir (nueve).
Una vez realizadas las divisiones de los votos logrados por cada lista por cada uno de los divisores desde 1 hasta 9, se ordenan los resultados de mayor a menor.
Así, los cocientes resultantes para cada lista, se pueden ir intercalando. Y los nueve primeros corresponderán a otros tantos diputados.
Ahora bien, vamos a un caso práctico. Supongamos que en las elecciones de hoy acuda a las urnas entre un 60% y un 70% de los 2.439.557 cordobeses habilitados para votar. Digamos, 1.600.000 personas.
Partamos de la hipótesis (es solamente un ejemplo) de que un partido obtiene el 40% de los votos (640.000), el segundo obtiene el 30% (480.000), el tercero el 20% (320.000) y el cuarto el 10% (160.000).
Primero dividimos 640.000 votos de A
por uno= 640.000
por dos= 320.000
por tres= 210.000
por cuatro= 160.000
por cinco= 128.000...
Luego dividimos 480.000 votos de B
por uno=480.000
por dos=240.000
por tres=160.000
por cuatro=120.000
por cinco= 96.000...
Después dividimos 320.000 votos de C
por uno= 320.000
por dos= 160.000
por tres= 107.000
por cuatro= 80.000
por cinco= 64.000...
Y dividimos 160.000 votos de D
por uno= 160.000
por dos= 80.000
por tres= 53.000...
Los guarismos más altos en nuestro ejemplo son:
1- 640.000 (A)
2- 480.000 (B)
3- 320.000 (A)
4- 320.000 (C)
5- 240.000 (B)
6- 210.000 (A)
Hasta aquí tendríamos tres diputados para A, dos para B y uno para C. Y a los otros tres legisladores en juego los pelearán palmo a palmo las cuatro listas, puesto que todas tienen una división que arroja el resultado de 160.000 (está claro que este empate se da porque para nuestro ejemplo usamos porcentajes redondos, a fin de hacer más comprensible la mecánica del sistema).
Una de las cuatro listas quedará fuera de la puja por ese diputado, lo mismo que todas aquellas que ni siquiera hayan alcanzado esos 160.000 votos.
Muy bien, hasta aquí la explicación. Ahora bien, algunos observadores de la cuestión política en la provincia, entienden que la epidemia de gripe puede hacer que descienda aún más el número de votantes. Para ellos, es probable que acudan a las urnas 1.500.000 cordobeses. Algunos hablan de un reparto de bancas del tipo 4-2-2-1, otros creen que puede ser 3-2-2-2 y otros aun arriesgan 3-2-2-1-1. Habrá que esperar aproximadamente hasta las 20 de hoy para tener una idea de quién llevaba más razón.
Paciencia, pues, y cordura, para que la jornada transcurra en paz.
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