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El sociólogo Marcelo Urresti es docente e investigador especialista en la temática de los jóvenes y sus prácticas y consumos culturales |
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Con la presencia del sociólogo Marcelo Urresti, se completó días atrás un nuevo encuentro en el marco del posgrado “Jóvenes en situación de dificultad: enfoques interculturales y prácticas profesionales”, llevado adelante por el Nivel Superior de la Escuela Normal Víctor Mercante, la Universidad Nacional de Villa María y la Universidad París 8.
El especialista a cargo del módulo académico completó días atrás un nuevo encuentro en el marco del posgrado “Jóvenes en situación de dificultad:enfoques interculturales y prácticas profesionales”
“Una manera interesante de entender a los adolescentes es mostrar que lo que está en crisis realmente es el modelo tradicional por el cual durante muchos años se ha entendido a los jóvenes”, expresó el especialista antes de ponerse en contacto con los presentes en la jornada.
“Los adolescentes empiezan a madurar más temprano de lo que lo hacían tradicionalmente. Entran en la vida normal de un adolescente tres o cuatro años antes”, agregó en diálogo con este medio.
“Sin embargo el proceso de maduración más lento se engancha con la segunda trancisión juvenil hacia la adultez, que ha cambiado en los últimos 25 años, se ha estirado cada vez más y ha generado nuevos grupos de edad”, acotó.
La educación los retrasa
“La estancia de las personas en el sistema educativo dura cada vez más años. Hay como una sobreexigencia de parte del sistema educativo para lograr las credenciales básicas que le permitan sumarse al ámbito laboral o sociedad del conocimiento”, manifestó Urresti, enumerando los factores que inciden en los procesos de maduración juvenil.
“Esto también hace que las credenciales se desvaloricen y que haya que estudiar más tiempo para estar competitivo para el mercado actual”, reflexionó el reconocido sociólogo.
“Obviamente, esto no afecta a todos los jóvenes pero sí a gran parte de las clases medias urbanas que es donde se ve más claramente el fenómeno”, aclaró.
En este sentido también subrayó: “Al estar mucho más tiempo educándose se llega más tarde a la conformación de la independencia económica ya que el primer trabajo estable se logra luego de los 30 años”.
“En el caso de las mujeres hay mucho más presión por estirar la edad de formación y estabilización profesional con lo que se empieza a tener hijos más tarde. La formación de las parejas también es tardía”, también dijo.
“Las razones económicas y las exigencias del mercado laboral con su falta de puestos de trabajo, también pesa en la trancisión de los jóvenes hacia la adultez”, añadió la voz consultada.
“En los sectores populares también se viene dando un estiramiento de la juventud. De todos modos en comparación con la clase media, los jóvenes maduran mucho más pronto”, redondeó.
Juventudes perdidas
Una expresión que siempre suele escucharse reza que “la juventud siempre estuvo perdida”. Tomando como plataforma esta frase, Urresti se explayó acerca de la mirada que los adultos tienen sobre las nuevas generaciones.
“Yo siempre cito en mis clases textos de Aristóteles y Platón donde ya se aseguraba que los jóvenes estaban perdidos. Incluso en un viejo papiro egipcio encontrado hace unos cuarenta años ya se reflexiona sobre los jóvenes de la época”, comentó el entrevistado.
“En realidad, los jóvenes están perdidos desde el punto de vista de los adultos. De alguna manera estos nunca han respondido al plan esperado por los mayores. De ahí que surja esa sensación de que la juventud está siempre en pérdida, déficit o carencia”, enfatizó el profesional en la materia.
“Con el tiempo se dan cuenta de que es una cosa pasajera y que es parte de la condición humana. Los jóvenes están haciendo su propia experiencia en el mundo que siempre es distinta a las generaciones anteriores”, concluyó.
Vale rescatar que Urresti realizó estudios de posgrado en el Instituto de Ciencias de la Cultura de la Universidad Humboldt de Berlín y es docente en la materia Sociología de la Cultura e investigador del Instituto Gino Germani, Facultad de Ciencias Sociales, UBA.
Además ha publicado artículos especialmente dedicados al tratamiento de las juventudes, sus prácticas y consumos culturales en libros y revistas especializadas y los libros: La segregación negada. Cultura y discriminación social, año 1999, La cultura en la Argentina de fin de siglo, año 1998, Familia, hábitat y sexualidad, año 2007 todos editados en colaboración con Mario Margulis y recientemente “Ciberculturas juveniles”.
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