Este es un momento decisivo para que las cooperativas difundan su modelo de negocios y promuevan la toma de conciencia en la necesidad de un plan de recuperación basado en principios cooperativos.
Mucho se ha escrito recientemente sobre las similitudes y diferencias entre la crisis financiera de 1929 -con la Gran Depresión que trajo aparejada- y la presente debacle económica. Aunque algunas de esas comparaciones carecen de fundamentos y otras han sido muy bien argumentadas, lo que es seguro es que la devastadora crisis del ‘29 puede darnos una enseñanza crucial: la recuperación es posible, pero sólo se consigue con trabajo, innovación y creatividad.
Modelo viable
El modelo de negocios cooperativo parece estar sobreviviendo mejor a la crisis que otros modelos, debido a que las cooperativas operan en función de los intereses de sus miembros, quienes son al mismo tiempo usuarios de la misma, y no están orientadas a los intereses de inversores externos. Esto significa que los valores cooperativos pueden desempeñar un rol importante en el camino hacia la recuperación con una economía mundial sustentable que deje atrás la avaricia y las prácticas depredadoras.
En una entrevista reciente, Hagen Henry, jefe del Servicio de Cooperativas de OIT, dijo que: “La información disponible sugiere que, con pocas excepciones, las empresas cooperativas en todos los sectores y regiones son relativamente más resistentes a los desajustes económicos que contrapartes basadas en el uso de capital”. Sin embargo explicó que, al igual que para otros tipos de empresas, la situación de las cooperativas en relación a la crisis varía según el grado de dependencia de la demanda y de la financiación externa, el grado de diversificación y también del sector. El representante de OIT informó que se ha encargado la realización de un estudio, que ofrecerá información más detallada al respecto.
Bancos en pie
En relación con los efectos de la crisis en la banca cooperativa, Henry destacó que hasta el momento los bancos cooperativos no han anunciado ninguna pérdida importante como consecuencia de la crisis. “Durante el pico de la crisis, los bancos cooperativos enfrentaron un aumento de solicitudes de afiliación y de depósitos de ahorros y tuvieron dificultades para responder a este repentino crecimiento de la demanda. Sin embargo, las pérdidas registradas por el Banco Central de Cooperativas alemán (DZ), una sociedad de capital, demuestran cómo los bancos cooperativos podrían colocarse en una situación de riesgo”. Explicó que en este caso, los mecanismos de control específicos de las cooperativas no fueron aplicados o fracasaron. Subrayó que “la mayoría de los bancos cooperativos han reducido su vulnerabilidad y aumentado su transparencia, fundamentalmente invirtiendo en sus proximidades y en la economía real.
Los cultivadores de café de Etiopía, por ejemplo, parecen estar menos afectados por las fluctuaciones del mercado mundial que los productores de café que no forman parte de las cadenas de valor agregado específicas de las cooperativas”. Henry remarcó que: “Hasta al momento, al parecer ningún banco cooperativo ha solicitado ayuda al Estado. Como demuestra el ejemplo alemán, esto no puede interpretarse como que no han sido afectados por la crisis. Más bien, son utilizados mecanismos de auto-ayuda, como la responsabilidad de los socios, las garantías bancarias intercooperativas o la utilización de reservas de pasivos, antes de solicitar ayuda externa. Tanto en el sistema de cooperativas de ahorro y préstamo de EE.UU. como en el sistema bancario cooperativo de Alemania, estos mecanismos han evitado que los clientes-miembros pierdan dinero desde que fue superada la Gran Depresión. Además, no han sido señaladas bancarrotas de bancas cooperativas como consecuencia de la crisis, como tampoco el despido de empleados”.
Posible solución
La Alianza Cooperativa Internacional (ACI) ha estado abogando por estos valores a lo largo de su historia y en estos tiempos difíciles ha llamado a los gobiernos más poderosos del mundo a considerar seriamente las ventajas del modelo cooperativo. En la carta enviada al G-20, previo a su reunión el pasado 2 de abril de 2009, todos los miembros del Consejo de Administración de ACI comunicaron que con más de 150 años de éxito comercial en todos los campos de la economía, las empresas cooperativas con sus valores y principios, constituyen una posible solución en la promoción de la estabilidad en la economía global. “No es coincidencia que estos emprendimientos cooperativos se hayan mantenido fieles a sus valores y principios fundacionales, y que sean exactamente esos los emprendimientos que en las recientes semanas se han visto beneficiados por nuevos depósitos y cuentas bancarias provenientes de los bancos colapsados, un reconocimiento a la permanente confianza atribuida por los ciudadanos a las cooperativas” afirma la carta de ACI.
Educación
Iain Macdonald, director General de ACI, recordó que tratar de persuadir a los gobiernos para que reconozcan los beneficios del cooperativismo “no es tarea sencilla. Incluso aquellos más cercanos a nuestra filosofía parecen creer que sólo existen dos modelos de negocios: el controlado por el Estado y las empresas de propiedad de inversores. Nunca hay una mención de la opción cooperativa, que a través del proyecto Global 300, han demostrado que constituyen una parte importante de la economía global”, manifestó. Macdonald enfatizó la necesidad de más educación respecto a los negocios cooperativos. “Insistimos en discutir nuestro esquema de negocios a nivel académico, para que los estudiantes puedan tener otra opción. Hay muchas personas en el mundo que desconocen el tamaño del movimiento así como la importante contribución que hacemos a la economía, e incluso no saben que ACI es la organización no gubernamental más grande del mundo con 800 millones de miembros. Nunca hemos sido buenos en promocionar nuestro esquema, pero eso es algo que debemos resolver de inmediato”, concluyó el director General de ACI.
Nuevos vientos
Por definición, las crisis son situaciones cruciales en las que se avecina un cambio decisivo. En esta crisis en particular, existe una necesidad urgente de establecer un nuevo orden que sea económicamente eficiente, ambientalmente sustentable y socialmente justo. Lo escuchamos una, dos, cien veces: “How many times can a man turn his head, pretending he just doesn’t see? How many years can a mountain exist before it’s washed to the sea? The answer, my friend, is blowin’ in the wind. (Bob Dylan). * (*¿Cuántas veces puede un hombre volver su cabeza y fingir que simplemente no ve? ¿Cuántos años debe existir una montaña, antes que se la trague el mar? La respuesta, mi amigo, está soplando en el viento. La respuesta, está soplando en el viento”).
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