“Crecimos”
En una época sólo votábamos y movilizábamos. Hoy tenemos el Gobierno de los últimos 50 años en el que conviven más compañeros auténticos, militantes... portadores de la ética revolucionaria. Néstor y Cristina están a la cabeza de la construcción de esta etapa del movimiento nacional y popular. La derrota no les quita esa posición que muchos de nosotros conscientemente depositamos en ellos.
Algunas certezas corroboramos: la gente, el pueblo, le cree a los medios. Ellos inventaron a Blumberg y no pudieron, luego Antonini y la valija, más acá el campo y De Narváez. Tienen mucha creatividad, dinero y poder.
Nuestro movimiento no acierta con una política de comunicación, porque está en construcción. Algunos creen saber cómo se hace; otros, dudamos pero estamos dispuesto a construir un partido de la comunicación para dar pelea al partido de los medios.
Tenemos un desafío: aprender de lo aprendido y también desaprender. Necesitamos que muchos más salgan de la caverna. Que muchos más conozcan que la realidad no es la que se refleja en la pared del fondo de la caverna.
Hicimos algunas cosas importantes: un anteproyecto de ley que vino desde abajo que nos permite sacar a muchos más de la caverna.
No bajemos los brazos, como comunicadores, trabajadores de prensa, ciudadanos que miran tele, escuchan radio y leen diarios. Militemos el espacio. Será nuestro aporte a la construcción de este momento del movimiento nacional y popular.
Hablemos. No nos han vencido, ni lo duden. Ningún otro gobierno hizo tanto por la educación, la salud, el trabajo... pero esa es la realidad que oculta el fondo de la caverna. Y nosotros somos la barrera contra el 70% de la población que le creyó a los medios. Somos la barrera que impedirá que vuelva la derecha a gobernar. No seamos necios y abramos los brazos. En un país ganado por la derecha, somos el 30%. Crecimos.
En los años de fierro, éramos muchos menos. En la resistencia al menemismo, allá por la Marcha Federal, estábamos en el 10%.
Hoy somos el 30% y un poco más. Los dueños del poder lo saben.
Para que el proyecto nacional y popular gane en 2011 tenemos que ir por los que votaron a Pino, a Sabatella, a Binner. También en el peronismo y el radicalismo hay muchos que que no quieren volver a los ‘90; esos son nuestros futuros compañeros, salgamos a buscarlos.
No tenemos el poder, tenemos el 30% de los votantes y tenemos una alianza federal (que ellos ansían) y una alianza latinoamericana (ya ganó Pepe Mugica, quien profundizará lo hecho por Tabaré en Uruguay).
Vamos compañeros, como siempre, hasta la victoria, en Argentina, en Uruguay, en Latinoamérica.
Néstor Piccone

“Ganó el envase”
La verdad, Néstor Kirchner no me cae nada bien. No me gustan sus gestos sobradores ni sus gritos sin sentido ni su clara actitud dictatorial con los que piensan distinto. Es más, me molesta. Me hace sentir incómodo, a veces quisiera tenerlo enfrente para ver si realmente todo lo que grita lo sostiene con palabras y hechos sólidos. Para ver si se la banca cara a cara como en el barrio. Lo dudo; al que lo respalada la razón no necesita de gritos ni chicanas remanidas ni... No hay nada que le dé más serenidad a un hombre que la verdad.
Pero a pesar de todo esto, a pesar de que nos subestimen como si fuéramos “pajarones”, término utilizado por mi amada madre para describir a los que no entienden, uno sabe que atrás de estas actitudes o formas de los Kirchner hay un objetivo, hay un fin, hay un proyecto (obviamente totalmente discutible), es decir hay un contenido.
Ahora ganó De Narváez, un tipo más o menos simpático, hecho a fuerza de dólares gastados en agencias de publicidad. En el barrio lo calificaríamos como “un cheto”. Esos que le caen bien a las chicas más lindas y más huecas. Esos que le generan desconfianza a la muchachada.
No se le conoce gestión pública alguna, no se le conocen méritos en actividades de bien común con cierta continuidad en el tiempo. A algunos nos cuesta entender qué quiere decir cuando dice, es más, parece que nunca dice. Para que se entienda, da la sensación de esos tipos que hablan de fútbol y nunca en su vida pisaron una cancha. Esos tipos que nunca se sentaron en el cordón de la vereda a tomar una cerveza caliente luego de un picado con los amigos.
Sus laderos dan miedo. Mauricio Macri que representa lo peor de la derecha menemista, Felipe Solá que representa lo peor de nuestra política; es de esos tipos que se cambió tantas veces la camiseta que empieza el partido y la tira para arriba por las dudas porque ya ni debe saber para dónde tiene que patear.
Tengo la amarga sensación que esta vez ganó el envase. No sé, me parece que estamos comprando un tiempo compartido en Tailandia; las playas son fantásticas, las fotos increíbles, pero ¿nos sirve realmente?
Estamos tan desesperados por algo distinto, por algo que nos dé esperanza, un hilo de luz, un poco de aire, una esquirla de verdad que nos alimente, que parece que este álbum que nos vendieron viene al pelo. No quiero quitarle lugar a la sorpresa. En una de esas nos sorprende y hay algo realmente bueno. Quizás estoy tan golpeado, tan brutalmente desesperanzado que me cuesta creer.
Pero pasan las horas y esta amarga sensación de que De Narváez representa a la Argentina frívola, a la Argentina pasajera, a la Argentina tuerta que sigue postergando a los más y privilegiando a los menos, a la Argentina que cacarea en Plaza de Mayo y pone los huevos en Punta del Este...
Pasan las horas y lamento que no haya otras opciones, lamento que a pesar de todo no encontremos el camino, lamento que haya ganado el envase.
Claudio Héctor Cova