Así lo informó el titular del área comunal respectiva, Rubén Rüedi, quien recordó que dicho paseo fue diseñado por el destacado arquitecto Francisco Salamone, de cuyo fallecimiento se cumplirán en agosto 50 años.
Escenario de numerosos hechos históricos de la ciudad, la plaza pasaría así a recibir el apoyo financiero nacional para su conservación.
"La obra de Salamone es objeto de estudio en todas las facultades de Arquitectura del país -destacó Rüedi- y debe rescatarse que la plaza Centenario es una de las primeras creaciones de este arquitecto, que vivió en Villa María en 1934 y 1935", expresó el funcionario.
Salamone, nacido en Sicilia, es recordado principalmente por sus monumentales edificios diseminados en pequeños pueblos de la provincia de Buenos Aires. Se dedicó principalmente a diseñar cementerios, mataderos y palacios municipales.
En Villa María, además de la plaza mencionada, diseñó el Matadero, y la ornamentación vegetal de las plazas y canteros de bulevares. Además proyectó un edificio para la comuna que nunca se concretó, y que tenía como solar el centro de la plaza Centenario.

Numerosos nombres

La plaza situada entre las calles José Ingenieros, Buenos Aires, General Paz y Santa Fe, fue inaugurada el 12 de octubre de 1935, pero su nombre data de 1910, y fue impuesto en recordación de los cien años de la Revolución de Mayo.
En aquel año coexistía aún con el Mercado Colón, que fue derribado en 1928.
A principios de la breve historia de la ciudad, el terreno donde está situada albergó una tupida arboleda, que fue refugio de arrieros y viajeros varios.
Se la llamó, además de su nombre actual, plaza de las Carretas, plaza de las Mulas, plaza del Norte, Rincón de Doña Esperanza (la dueña de una pulpería), Posta del Centro, plaza Viñas, San Martín (en dos ocasiones), 4 de Junio, y Eva Perón.
Al parecer, Salamone, para diseñar las típicas cuatro fuentes de las esquinas de la plaza, se inspiró en imágenes de la película futurista "Metrópolis", de Fritz Lang. En su diseño de la Centenario el arquitecto aplicó un nuevo concepto urbanístico, con mayor énfasis en el lugar de paseo y menor en el aspecto ceremonial.
El prestigioso arquitecto se fue del país algunos años por temor a ser encarcelado, debido a negocios poco claros que hizo con el gobernador fascista de Buenos Aires, Manuel Fresco.