En nuestra edición de este suplemento de la semana pasada publicamos que el servicio de Wi-Fi de la costanera no pudo ser usado con un Nokia N95.
Este fin de semana volvimos a intentarlo con una notebook logrando otro resultado: Internet funciona de maravilla en la costanera.
Lo curioso, en esta ocasión, fue constatar que sólo algunas páginas están habilitadas para la navegación: tal es el caso de la página de la Municipalidad. Mercadolibre, por ejemplo, no puede se alcanzada desde las conexiones gratuitas de nuestro balneario.
Por fortuna existe la caché de Google, ese botoncito situado al final de cada resultado de búsqueda, que nos permite visitar copias de los sitios dentro del buscador, haciéndole "ole" a la caprichosa restricción.