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Mary con el niño que fue ejemplo de lucha, dignidad y entereza |
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Mary Casas intenta sobrellevar el enorme dolor que le provocó la muerte de su pequeño Marco, aferrándose a sus otros dos hijos varones. Ayer se comunicó con nosotros y fuimos a su casa.
La mamá corazón que dejó y dio todo para que el niño pudiera vencer la leucemia, escribió una profunda carta para ser compartida con todos los lectores. Mary está agradecida a la gente de Villa María y de la región que se solidarizó con ella durante la penosa enfermedad y tras el adiós del “principito” -así lo llama- ese principito que peleó con admirable entereza, garra y dignidad hasta su último minuto en esta Tierra.
La transcribimos textualmente a continuación:
“Para Marco Karel Ludueña, a un mes de su partida:
Mi negro hermoso, mi principito... ¡hola! Hace un mes que no estás con nosotros, son días de angustia, dolor, desconsuelo...
Un mes que me quedé sin tu voz, sin tus besos tiernos, sin tus abrazos cálidos, sin tu sonrisa que iluminaba mi vida...
Un mes en que no puedo tocar tus suaves y delicadas manos.
Un mes en que no puedo besar tu piel... abrazarte, decirte al oído que te amo.
Angel
Un mes, desde que el Señor decidió llevarte a su lado, quizás porque necesita de ángeles, como eras vos, para que este mundo sea mejor.
Karel: me enseñaste a ser mejor persona, aprendí a ser humilde estando a tu lado..
Me hiciste ver que nunca hay que bajar los brazos. Las guerras se ganan o se pierden, pero hay que salir a luchar con las armas que quedan...
Ayer, hoy y mañana sentí y sentiré un vacío inmenso. Sin vos, nada puede ser igual. ¡Te extraño!
Quiero decirte que cada día que pasa es uno menos que falta para nuestro reencuentro definitivo.
Te amo: mi amor por vos supera toda barrera, toda distancia, es un amor sin tiempos, sin límites.
Hace un mes que comenzaste a vivir de otro modo y para siempre.
Mamá”
Luego, sobre el final de la carta entregada a EL DIARIO para su publicación, Mary informa que esta noche se oficiará una misa en la capilla del barrio Rivadavia, para rogar por el eterno descanso de Marco, quien tenía 11 años cuando falleció en su casa de Porfirio Seppey y Las Heras de barrio San Justo, donde vivía con su mamá y sus dos hermanitos varones.
Será a las 19 horas.
La solidaridad del pueblo
El 8 de abril pasado, Marco era trasplantado de médula en la capital provincial.
Dos meses antes, el caso se había hecho público y la solidaridad de la gente abrazó a Mary Casas y a su familia.
Hubo ruegos, oraciones, llamadas telefónicas a la madre del niño que luchó incansablemente contra la adversidad.
Los vecinos demostraron su solidaridad, y Mary no deja de agradecer a todos los que estuvieron y están a su lado.
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