Escribe: Juan José Coronell
Para comenzar, vamos a señalar que el nombre de San José de la Dormida evoca los orígenes, la historia misma y, con ella a los sanavirones y comechingones. Es que en épocas del Virreinato, la zona que los aborígenes habían denominado Chipitín, se convirtió en un lugar de "dormida" o "dormidero", de descanso para aquellos que transitaran el Camino Real del Bajo en etapas de comercio. Ya en el Siglo XIX, La Dormida del Alto se convirtió en un lugar rodeado por las estancias más importantes de Córdoba. Con la llegada de inmigrantes, se fueron levantando más estancias y los hijos de sus propietarios se convertirían en los estancieros más poderosos de la provincia. En 1857 obtuvo el título de villa y se agregó el nombre de San José por el Santo Patrono de esta comunidad. Comenzando el Siglo XX, esa comunidad fue olvidada y despojada de toda importancia, al crecer con fuerza la zona de la Pampa Húmeda. Pareciera que el tiempo se encargó luego de que la historia no cambiara demasiado…
El encanto norteño
Además de disfrutar la tranquilidad y la paz del pueblo, se realizan actualmente en la villa muchas y de las más variadas actividades. Como dijimos, fue habitada por aborígenes que dejaron su huella. Los yacimientos arqueológicos, entonces, invitan al turismo de carácter histórico-cultural y alternativo que se puede llevar a cabo en San José de la Dormida. Comenzaremos por el primer tipo de turismo. En él nos encontramos con la plaza San Martín, que aguarda al frente a la parroquia San José. Este templo data de 1878, y fue bendecido en 1882 por fray Mamerto Esquiú. Luego podemos llegarnos a visitar los ya nombrados yacimientos y observar los morteritos que eran utilizados para moler granos, habiéndose convertido el lugar de esta manera como centro ritual para los indígenas. También podemos contemplar muchas otras piezas arqueológicas cuando visitemos el museo Sanavirón. En el recorrido también podemos encontrarnos con las construcciones del lugar, la imponente arquitectura, que habla por sí misma de la opulencia de los estancieros que se radicaron en aquellos tiempos en la zona.
Turismo alternativo…
Para realizar actividades turísticas alternativas, se necesita salir del pueblo. Es un lugar que no ofrece mucha naturaleza para disfrutar, pero sí nos abre la posibilidad de conocer los parajes aledaños de singular belleza. En primer lugar, los balnearios Quebrada del Tigre y dique Pisco Huasi, que se encuentran a 10 y 8 kilómetros del centro urbano. Son ideales para disfrutar, como las sierras de Ambargasta, que nos ofrecen un marco para no perderse. Además, los ríos que se denominan igual a los balnearios, nos llaman a conocer la flora y la fauna de esta parte de la provincia en sus riberas. Por último, desde el pueblo se puede llegar a Villa Tulumba, que aporta al viaje su espiritualidad colonial. Inti Huasi, en tanto, nos permite disfrutar el camino que nos guía a San Pedro Norte, en una excursión que, sumada a las anteriores posibilidades, nos lleva a combinar de manera perfecta el mountain bike, las caminatas, cabalgatas y demás. San José de la Dormida representa una posibilidad para este fin de semana. Una más del norte cordobés, que necesita mostrar cada rincón para aportar al turista historia, misterio y fomentar las ganas de disfrutar de una provincia capaz de satisfacer todos los gustos.
Secretaría Turismo de San José de La Dormida Tel./Fax. (03521) 49-7277 ladormidaturismo@hotmail.com ladormidaturismo@argentina.com
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