La euforia de los jugadores de Alumni tenía argumentos muy fuertes.
Es que el juvenil equipo fortinero finalmente logró hacer valer la historia del club dentro del fútbol local para colocarse entre los equipos de elite que jugarán el próximo Clausura.
El mediocampista Lucas Damiani, quien nació amando los colores de la institución (un amor heredado de su padre, ex presidente y dirigente), así lo entendió: “No podíamos seguir en la “B”, es imposible que Alumni este ahí”, afirmó. Y agregó: “El equipo se merece este ascenso porque fue el único que jugó a la pelota y fue el único que hizo las cosas bien para estar en la A”.
Luego reconoció que, esta vez, “por el viento fuerte, no se podía jugar mucho, había que meter nomás y eso fue lo que se hizo”. Y aseguró: “Ahora vamos a apuntar a ser campeones”.
Por su parte, Diego Vicario expresó: “Buscamos esto desde el principio de año” y señaló: “Fuimos superiores, tuvimos mucho más juego que Central y, a la hora de correr, corrimos y también metimos”.
Vicario también resaltó que “la principal virtud de este Alumni es que en cualquier cancha donde fue intentó jugar y cuando no pudo hacerlo, metió y corrió hasta el final sin darse nunca por vencido, como esta vez”.
En tanto, el autor del gol de la victoria, Matías Barbuio, indicó que “este ascenso era el gran objetivo que teníamos que cumplir cuando descendimos”.
“El mérito lo hicimos a lo largo del año, intentando jugar por abajo, nunca desesperarnos con la pelota y creando las situaciones para hacer goles, que es lo más importante”, añadió.
El pibe también sostuvo que ayer “era imposible jugar al fútbol; a la pelota la envolvía el viento”. Y al final manifestó que el objetivo próximo será “apuntar a salir campeones en la A”.
Mientras, el arquero Leonel Luciani se mostró feliz porque “no se dio en la ascenso en la final y hubo revancha”.
“Fuimos superiores en los dos partidos metiendo y jugando... La principal virtud de este equipo durante todo el año fue el compañerismo y siempre metimos a full todos”, argumentó.
Además, señaló: “Ahora vamos a festejar y, de acá a una semana, cuando empecemos a entrenar de nuevo, vamos a pensar para qué estamos, pero siempre apuntando arriba”.
Facundo Depetris, en tanto, resaltó que “se hizo un poco duro, pero al final se logró el objetivo”. También indicó que “la principal virtud de este grupo es la unión y el sacrificio”. Y confirmó que “ahora hay que apuntar al campeonato”.

Así quedó

Finalizada la primera parte futbolística del año, el fútbol local quedó estructurado de la siguiente manera para el torneo Clausura:

División A:
Argentino, Colón (último campeón) y Rivadavia de Arroyo Cabral, Ricardo Gutiérrez de La Palestina, Yrigoyen de Tío Pujio, Atlético Ticino, Sportivo Los Zorros (ascendido directo) y Alumni (ascendido por Promoción).

División B:
River Plate, Asociación Española, Unión Social de Alto Alegre, Sportivo Playosa, 9 de Julio de Pasco, Juventud River de Ausonia, San Lorenzo de Las Perdices, Alem de Villa Nueva (descendido directo) y Central Argentino (descendido por Promoción).

Complicado

“Fue complicado revertir la derrota del partido de ida”, indicó el arquero de Central Argentino, Fabricio Garetto, quien felicitó a los jugadores de Alumni por ser “justos ganadores”.
Luego dejó las siguientes frases: “Hay que replantearse algunas cosas y ver cómo arrancamos la segunda mitad de año porque, a pesar que este es un golpe duro, hay que ponerle el pecho y acá no hay un culpable, no hay que recriminarle nada a nadie. Lo que había se dejó dentro de la cancha”.
“Se hicieron algunas cosas mal, creo que falta un poco de apoyo, estamos un poco solos, son tres tipos los que laburan siempre. Uno la pelea, pero llegan momentos en los que necesitamos apoyo. Encima de eso futbolísticamente no anduvimos bien, nos faltó juego”.
“Gracias a este grupo espectacular, Central Argentino logró el ascenso y se mantuvo en el último partido con Yrigoyen. Hay que agradecerle a todos los chicos, a Martín Delfino, a Daniel Casas, a Sergio Gauna que son los más grandes y bajo el apoyo de todos los chicos y de ellos, más el trabajo de Marcelo Araya y de Marcelo Sachetto, que siempre están laburando a nuestro lado”.
“No hay que estar mal porque esto no deja de ser fútbol. Es doloroso porque nos costó mucho salir campeones contra Pasco, pero no es la muerte de nadie y el fútbol es un deporte”.