En consonancia con sus cuarenta años, la formación original del grupo Los Altamirano dará un recital de reencuentro en el club Ameghino, el venidero 8 de agosto.
Será con motivo de una peña, de la que participarán otros números folclóricos, según anunció el promotor Horacio Lucero, quien también participará en la grabación de una placa discográfica que recopilará temas de los cinco LP que concretó el trío mendocino en su existencia fundacional.
Los Altamirano vienen realizando actuaciones en Córdoba, en "La Casa de Daniel Altamirano".
Cuatro décadas después de haber sido elegidos como revelaciones en el Festival Nacional de Folclore de Cosquín de 1969, Mario, Julio y Daniel Altamirano vuelven a reunirse en un escenario para recorrer los clásicos que componían su repertorio.
El 19 de enero de 1969, la primera formación de Los Altamirano conformada en ese entonces por los hermanos Julio, Daniel y Mario, tuvo la oportunidad que les cambiaría la vida y los convertiría en un clásico de la canción popular argentina. Fueron a Cosquín por sus propios medios y sin ganar ningún tipo de concurso que les permitiera participar, intentaron contactar a un hombre a quien habían dejado plantado en un estudio de grabación en Córdoba, dos días antes de comenzar con la misma, por una repentina nostalgia que los devolvió a su pueblo mendocino y pese a reconocer que les iba a pegar un reto de aquellos porque habían sido informales, lo encontraron.
Este hombre, según recuerda Mario, “nos dijo de todo, pero nosotros agachamos la cabeza y nos quedamos en el molde porque éramos jóvenes, yo tenía 19 años, Daniel 21 y Julio 23”. Una vez finalizado el escarmiento “nos preguntó: ¿se trajeron las pilchitas?, sí, le dijimos y no nos prometió nada”, aunque les dijo que de haber un bache de 5 minutos, cosa que ocurre a menudo en este tipo de festivales, intentaría hacerlos subir al escenario. “Hubo un bache, y llamaron a los tres chicos mendocinos y ni el que barría el escenario nos conocía ni nos daba bolilla, y fueron esos cinco minutos que cambió nuestras vidas”. A los 15, cuando bajaron, había cerca de 300 personas que los estaban esperando y los habían rodeado: “Ya no nos dejaban hablar con nadie, nadie nos podía tocar, porque éramos un producto que se había puesto caro de golpe” comentó.
A partir de ese momento Los Altamirano resultaron ser el grupo revelación del festival de ese año, hubo gente que se encargó de diagramar todo, notas en distintos medios de Buenos Aires y, lo más importante: grabar un disco. En ese momento “¡se cumplió el sueño mayor!”
La sorpresa para los tres jóvenes hermanos era enorme pese a que “el objetivo lo teníamos pero nos ayudaron a hacerlo rápido, nosotros no entendíamos nada, todo lo que habíamos estado buscando años con frío y con hambre se nos dio en una noche”. Mario Altamirano reflexionó: “Nos decían triunfadores, pero nosotros nunca nos sentimos así, para nosotros era la punta de lo que queríamos llegar, que era ser un clásico de la música argentina, porque los espejos en los que nosotros nos mirábamos eran clásicos y lo seguirán siendo de por vida”.