Fue un fin de semana a puro trabajo el que tuvo el equipo Gacé Competición, complicado, difícil, chivo, que tuvo un sabor agridulce.
Es que Renzo Gacé sumó importantes puntos y Esequiel Lorenzati, aunque en menor escala, logró ver la bandera de a cuadros una vez más, pero sobre todas las cosas los autos siguen siendo competitivos aunque Leandro Gacé y Pablo Montagner tuvieron algunos problemas.
EL DIARIO tuvo la suerte de poder ver la final junto a Marcelo Gacé (director deportivo) que, en sentimientos, fue de menor a mayor. En su cara se notaba la preocupación al comienzo, pero una vez lanzada la competencia se tranquilizó cuando sus tres autos estaban en carrera.
El primer sinsabor fue la deserción de Leandro (alcanzó a esbozar una mueca). Luego fue controlando todo, como por ejemplo el paso tanto de Renzo, que defendía con uñas y dientes la punta, pero él manifestaba que era difícil superarlo si no largaba la cuerda. Claro que, en lo trabado, los kilos se notaban, cuando Giordano, promediando la carrera y Bockelam, al final se agrandan en los espejos de Renzo. Allí, Marcelo seguía sosteniendo que estaba todo bien y cuando bajaron la bandera de a cuadros se fue hasta el borde de la pista y demostró que no se había equivocado en sus conceptos; el sobrino no había fallado, entonces saludó con el brazo levantado a Renzo y a Esequiel.
El hombre había cumplido, pero el sentimiento pudo más; sus ojos se llenaron de lágrimas, es que todo había sido difícil. Casi dos horas y media de mucho trabajo para recuperar los autos rotos entre la serie dominical y la final... Pero el objetivo estaba cumplido.
Festeje MARCELO, se lo tiene merecido usted y todo el equipo que lo secunda. La tarea se había cumplido con creces.
D.P.
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