Otro hecho de violencia delictiva tuvo a maltraer a un joven empresario villamariense, quien logró evitar ser asaltado frente a su domicilio gracias a una inesperada reacción defensiva que -a riesgo de poner en peligro su vida- hizo desistir a los ladrones de continuar con el atraco.
La víctima de este nuevo episodio de inseguridad ciudadana fue Lucas Giúdici, de 27 años, que se defendió con golpes, puntapiés y gritos de auxilio luego de ser empujado y pateado en el suelo por uno de los delincuentes, alrededor de las 2.20 de la madrugada del martes.
Simultáneamente, otro sujeto armado con un revólver ingresó por el garaje a un sector de la vivienda y, a través de una puerta, amenazó de muerte a la esposa del empresario, Laura, quien se encontraba con la pequeña hija de la pareja, de apenas tres años.
Giúdici es dueño del prestigioso restaurante “Txoco” que funciona en la sede del Centro Vasco de Villa María, lugar en el que había estado trabajando hasta momentos antes del frustrado asalto.
La familia acababa de llegar a su casa de Miramar y Arequipa, en el loteo “Aires del Este” de barrio Bello Horizonte, pero en un primer momento nada hacía prever que serían asaltados.

@Lo sorprendió

En efecto, luego de entrar el auto y de cerrar el portón, Lucas volvió a salir a la calle para sacar unas bolsas con residuos, y fue en esas circunstancias que salió de entre las sombras un individuo de entre 30 y 35 años, de mediana estatura y barba rala que vestía una campera con capucha.
Con la ventaja del factor sorpresa, el delincuente lo empujó, lo hizo trastabillar y cayó al suelo, y luego le aplicó varios puntapiés en el brazo derecho y la espalda, al tiempo que le decía “quedate quieto, mirá lo que tengo”.
La intimidatoria frase del maleante hacía implícita referencia a un objeto letal que estaba empuñando, aunque Giúdici no alcanzó a precisar si se trataba de un arma de fuego o de un cuchillo.
“Fue un momento de mucha tensión, muy difícil, y no alcancé a ver bien qué tenía en la mano”, contó ayer el empresario gastronómico al ser entrevistado por EL DIARIO, y agregó: “Reaccioné así porque me puso muy nervioso pensar que algo malo le podía suceder a mi familia”.

@Con un revólver

En cambio, Laura sí vio claramente que el otro asaltante le apuntó con un revólver de color negro (lo identificó por el tambor), cuando ingresó a la cochera y la amenazó en el momento que la joven trataba de cerrar una puerta interior para evitar que el desconocido entrara a la vivienda.
Pese a tener la situación dominada, este sujeto desistió de continuar con la acción delictiva y salió por donde había entrado, mientras que su compañero de andanzas quedaba prácticamente sin reacción ante la férrea defensa esgrimida por Lucas.
Es que el dueño de casa no sólo opuso tenaz resistencia a los golpes que recibió (su brazo derecho quedó prácticamente inmovilizado y con un severo hematoma en la muñeca), sino que en su desesperación por eludir la acción delictiva comenzó a gritar pidiendo ayuda y golpeó varias puertas y ventanas de sus vecinos para que llamaran a la Policía.
Cuando los dos desconocidos se alejaron (sin llevarse nada), Lucas vio a la distancia que se juntaron con otros dos sujetos y los cuatro se perdieron en la oscuridad de la noche.
Pocos minutos después llegó al lugar personal del Comando de Acción Preventiva, que inició una tarea de búsqueda por las inmediaciones, aunque sin éxito. Y ya en horas de la mañana del martes, Giúdici radicó la correspondiente denuncia penal, con intervención de la Fiscalía de Feria.

@Habría sido un ataque “al boleo”

En el marco de las especulaciones, Giúdici sostuvo que es muy posible que los delincuentes no tuvieran planeado este asalto y que, encontrándose circunstancialmente en las inmediaciones, hayan decidido perpetrar el hecho apenas vieron llegar a la familia en su automóvil particular y a esa hora de la madrugada.
Por otra parte, Lucas dijo que jamás lleva consigo importantes sumas de dinero ni objetos de valor que lo conviertan en una “jugosa” presa para los ladrones, y se mostró conmovido por la experiencia vivida que no sólo puso en peligro su vida, sino también la integridad física de su mujer y de su hijita.
A raíz de este hecho, varios vecinos de ese sector de la ciudad decidieron unirse para contratar algún servicio de vigilancia privada, al tiempo que reclamaron una mayor presencia policial.

@“Portate bien, porque si no van a venir y...”

El martes al mediodía, cuando la familia Giúdici almorzaba tras el difícil momento vivido horas antes, la pequeña hija de la pareja protagonizó un anecdótico episodio que conmovió aún más a los ya angustiados papás.
Con la inocencia propia de un niño que nada sabe de maldades humanas, la criatura -de tan sólo tres años- miró a su muñeco “Pepe” (un bebote de goma que apenas puede alzar en sus brazos) y con tono maternal le advirtió: “Portate bien, porque si no van a venir los ladrones y te van a matar”.
La frase estremeció una vez más a Lucas y a Laura, quienes recién ahí tomaron real dimensión del violento accionar de los delincuentes.
Y los temores volvieron a ganar sus corazones...