Tiempo atrás, Norberto Guerrero asomó en el fútbol local en la sede de la Liga local como parte de la dirigencia de San Lorenzo de Las Perdices, viajando martes a martes para oficializar de delegado del club “santo”, brindando opiniones, debatiendo y escuchando.
Pero el destino le provocó un cambió rotundo, dejó la faz dirigencial y se ocupo de otro cargo, ser técnico del equipo de inferiores y primera división, en los cuales sin bastante experiencia, pero con una firme voluntad y humildad, logró coronar al equipo de sus amores a obtener un ascenso.
Desde allí, Guerrero comenzó a tomar notoriedad en el ámbito deportivo del fútbol villamariense y de la región. Por eso, para perfeccionarse en su nueva función y “cumplir un sueño”, como supo decir en otra nota en este medio, fue uno de los egresados del curso de técnico nacional que encabezó el entrenador Héctor Arzubialde, y recién después volvió a encabezar el plantel de primera del conjunto “perdiceño”.
Sin embargo, el entrenador pretendía algo más y por eso, cuando salió la posibilidad de afrontar una nueva aventura no lo dudó, presentó su propuesta y, tras reunión mediante, fue elegido por la Liga Villamariense para que esté al frente de los seleccionados juveniles que jugarán en octubre el Provincial.
“Para mí esto es muy importante porque es una vidriera muy linda y ojalá me vaya bien porque así le va a ir bien a la Liga, para que ésta mire para arriba y vaya despegando de a poco”. Con dichas palabras sintetizó la relevancia personal y general en su nueva función de director técnico, en el inicio de la charla telefónica que tuvo con EL DIARIO.
Por ello, apenas continuó la conversación la cual dio comienzo el sábado, no ocultó su energía al frente de los combinados villamarienses al comentar: “Desde que me han dicho que soy el técnico convivo a full con esto, trabajo y tomo notas para eso. Después, ojalá que se den los resultados”.
“Esto es una gran responsabilidad, más cuando hace varios años que no se puede ganar un título y que para colmo viene ganándolos Río Cuarto, con el cual por ahí siempre hay una rivalidad”, remarcó. “Estoy tranquilo y confiado porque sé lo que puedo dar, lo que puede brindar el resto de mi cuerpo técnico y lo que le puedo inculcarle al jugador. Me tengo una fe bárbara”.
Más allá de que el presente lo muestre con total optimismo y firmeza en su cargo, Guerrero reconoció que si bien se tenía fe, no creía que iba ser elegido, al comentar: “Por ahí uno lo presenta sin tener mucha fe porque hay gente con mucha más experiencia y por ahí eligen eso, ya que uno que recién empieza tiene que ir luchándola, pero tuve la prioridad porque la entregué a término...”.
Tras dichas palabras, el entrenador perdiceño igual comentó que tuvo un bajón cuando volvieron a citar más carpetas de trabajo desde la Liga al explicar: “Después, cuando dieron una prórroga, me dije ‘sonamos’, porque uno está en contacto con mucha gente de la Liga y sabía de la gente que iba a presentar (lo hicieron Alba, Negrette, Pereno, entre otros)”.
Pero la confianza retornó al informar: “Igualmente, me llamaron y me dijeron ‘tenés la prioridad, te queremos ver y escuchar’, y ahí supe que estaba más cerca. En la reunión me confirmaron el cargo y fue incalculable la alegría que tenía”.

Proyecto

Sobre sus propuestas e idea de proyecto, el técnico no anduvo con vueltas y aclaró: “No fui a decirles ni a ofrecerles que íbamos a salir campeones, sino que les iba a brindar trabajo y respeto más que todo, debido a que en el fútbol local ya me han comenzado a conocer, saben cómo me manejo y lo que puede dar el grupo de trabajo que tenemos. O sea, no fui a prometerles cosas raras, simplemente trabajo y respeto”.
A su vez, en cuanto al apoyo dirigencial, recalcó: “Estoy muy agradecido a la Liga Villamariense porque me han dado esta oportunidad, pero considero que no se le está dando la importancia que realmente necesita una selección”.
“Me dijeron que me dejan trabajar con libertad y en ese sentido encontré algo de respaldo, pero me parece que necesitaríamos algo más, y no es algo que digo porque esté yo, sino para cualquier técnico que le toque estar en este cargo”, agregó, pero destacó que “agradezco que fueron sinceros al explicarme que iba a encontrarme con varios obstáculos y habrá que tratar de ir manejando esas cosas”.

Convocatorias

Año tras año, siempre hay inconvenientes a la hora de la prestación de los chicos a los seleccionados de la Liga local y sobre ese tema también habló el nuevo técnico, y sostuvo: “Cuando asumí les pedí a los dirigentes que ellos les transmitieran a cada club que manden a los chicos, pero a veces pasa que los clubes quieren tenerlos para ellos y te lo dan el menor tiempo posible, algo que pasó siempre. Igualmente, a los técnicos los conozco y tengo una buena relación con todos, por eso ya arranqué a hablar con ellos, para tratar de encontrar una solución”.
“Sobre ese tema, los clubes tendrán que aceptar que el chico convocado tendrá que ir, pero no me parece que se pueda cambiar todo ahora de repente, sino con un trabajo serio a largo tiempo desde la Liga”, manifestó.

El nivel

Por otra parte, en cuanto al nivel competitivo y de calidad del fútbol juvenil de nuestra ciudad, Guerrero opinó que: “Considero que es muy bueno y tendríamos que darle más dedicación a todos estos chicos”.
“Hay muy buena materia, pero a veces los tiempos no dan y la parte económica es muy importante. Por ahí, para trabajar correctamente tenés que tener tres o cuatro personas porque un solo tipo no puede manejar 50 chicos; pero lo económico te lleva a esas cosas porque el que labura con los pibes a veces lo hace gratis, o le dan algunas chirolas, pero esa persona tiene su trabajo, su familia, y entonces no le puede brindar el tiempo necesario. Hay que mejorar en todo...”, recalcó.

El futuro

En cuanto a si le gustaría quedarse en su cargo después del Provincial, el entrenador fue claro: “Depende de cómo me vaya, porque esto es fútbol. Seguro que si me va mal probablemente no siga en el cargo, pero ojalá que me vaya bien, que me lo ofrezcan de vuelta y que pueda seguir varios años para poder priorizar bien un trabajo”.
“No obstante, hoy por hoy los resultados mandan. Por ahí te contratan y te dicen que no hay presión, que trates de hacer un buen campeonato, pero después las presiones vienen y por ello no creo mucho en los proyectos, porque el primero que tiene que estar convencido en un proyecto es el dirigente”, concluyó.