Muchas de las personas que caminan por la calle creen que los problemas de columna surgen con los años, que es algo que le pasa a la “gente de edad” y, a lo sumo, a algunos jóvenes.
La mayoría ni siquiera imagina que la primera subluxación vertebral puede ocurrir en el momento del parto. Más de la mitad de los nacimientos en el mundo occidental producen un gran estrés en la columna cervical del bebé.
Existen informes de lesiones con parálisis de miembros, fracturas, luxaciones y aún muertes producidas por el uso de fórceps y vacuoestractores.
Después de esto, muchos niños quedan con lesiones permanentes, a veces no reconocidas como producidas por una situación traumática propia de un parto inadecuado.
Sin embargo, no menos seria que la anterior, es la situación de aquellos niños que, aún no demostrando señales visibles inmediatas de subluxación vertebral, comienzan desde su primer segundo en este mundo a sufrir sus consecuencias.
Desde ese instante vital, el organismo está limitado en su capacidad de mantener su propia salud (está limitada su capacidad de autoorganización y autorreparación). El crecimiento y la formación de su columna vertebral serán determinados también desde allí por esa primera subluxación.
Francamente, no cabe esperar que esa columna se encuentre libre de problemas si esa subluxación no es corregida en breve.
En este estado de cosas, algunos piensan: el mío ( el de mi hijo/a , nieto/a, etcétera) fue un parto normal, sin demoras, sin ayuda externa, sin anestesia, sin inducción, etcétera. Pero esta historia no termina allí.
En los primeros dos meses de vida, el niño no tiene todavía control sobre los músculos de su cuello y es propenso a sufrir subluxaciones, sobre todo en la región cervical superior (en la nuca o vértebras que sostienen la cabeza), por ejemplo si se queda dormido mucho tiempo con la cabeza hacia un costado.
En tanto el tiempo pasa y el niño crece, pueden suceder más subluxaciones que se suman a las primeras (si es que aquéllas no fueron corregidas en su momento). Aquí el sistema nervioso, siendo vehículo de los impulsos mentales enviados a través de él por la inteligencia innata del cuerpo, no transporta la cantidad y/o calidad de mensajes suficientes para hacer su trabajo en forma óptima.

Luis Enrique Casaux Quiropractor
MP 1564