Lamentablemente, la meseta del olvido parecería ser la forma de la topografía jurídica en que ha derivado el Caso Roganti.
Primero nos dijeron que por razones inherentes a la Feria Judicial, había que esperar que el Fiscal Del Vö diera a conocer novedades importantes en torno al caso.
Ahora vemos, no sin mucha preocupación, que el mencionado fiscal argumenta, como si fueran palabras nacidas de la propia defensa, en referencia a las llamadas telefónicas que existieron entre el teléfono corporativo de Miguel Valente (brazo derecho, empleado y socio de Eduardo Brandolín) y los de los supuestos sicarios, diciendo…"yo también recibo decenas de llamadas de números desconocidos a mi celular y a veces llamo para preguntar" sobre la identidad de la otra persona, con lo que "así queda registrado mi número en el otro aparato... Con un elemento de esta naturaleza, no puedo inferir la autoría de un ataque"... “eso no constituye prueba alguna”.
A esta altura, sería interesante saber qué significa para el fiscal tener “prueba alguna”, o qué considera prueba suficiente como para imputar a un sospechoso de cometer un crimen.
Desde esta lógica de análisis, es de esperar que el fiscal necesite encontrar en el escritorio de Brandolín recibos firmados de puño y letra, con el DNI al pie, por parte de los hermanos Eve, del monto que cobraron para matar a Roganti...
Es entendible que se respeten los procedimientos judiciales rigurosamente, pero ¿qué sucede cuando detrás de ese argumento se enfrenta o se violenta el sentido común? ¿O no es de sentido común, señor fiscal, pensar que es demasiada casualidad que hayan existido llamadas telefónicas cruzadas entre los Eve y Valente, como para aceptar con liviandad lo que usted asegura en declaraciones periodísticas? ¿O no es de su conocimiento y del de la opinión pública que existía un enfrentamiento notorio y manifiesto entre Alejandro Roganti y Brandolín, mucho antes de que apareciera la información de los llamados comentados?
Y si es así, ¿no es de una debilidad inaceptable el argumento que usted exhibe, como para no imputar a quienes están directamente vinculados y comprometidos con el hecho delictivo?
¿O es aceptable que usted presente el hecho de los llamados como si fueran “ingenuas” y “casuales” llamadas telefónicas efectuadas por “error”, justamente de los supuestos sicarios al teléfono del riñón del supuesto autor intelectual?
Es admirable la construcción subjetiva que hace usted, doctor Del Vö, de lo significante de los llamados telefónicos mencionados, en donde diera la sensación que nos toma el pelo, pues, la simple lógica dice:
a) Que si tiene en su poder a los supuestos autores materiales, del intento de asesinato, conforme usted mismo los ha imputado;
b) Que si es aceptado que ellos por sí mismos no tuvieron motivos para cometer tal acto, por lo que se infiere y usted mismo lo ha reconocido públicamente que fue un crimen por encargo;
c)Que si es público y manifiesto el enfrentamiento que existía y existe entre Eduardo Brandolín y la víctima -Alejandro Roganti- conforme fue denunciado y conocido con documentación aportada a tal fin, todo esto con anterioridad a conocerse el dato de las llamadas telefónicas cruzadas;
d) Que si esas llamadas, está comprobado que fueron hechas “desde” o “a” el teléfono corporativo de Miguel Valente (quien no tiene enemistad con Roganti, ni motivo aparente para contratar sicarios, pero además es empleado del Sindicato que preside Brandolín, y brazo derecho del mismo, y socio en emprendimientos comerciales, y que el mismo es dueño o está directamente vinculado a la empresa de seguridad que custodia “La Casa del Estudiante” y otros emprendimientos del Gremio;
e) Que si usted dispuso el allanamiento de la sede del Gremio el día 01/05, y de allí secuestró documentación, 20 computadoras y teléfonos corporativos, y transcurridos 150 días, usted no ha mencionado un solo resultado de la investigación de lo encontrado y mucho menos ha tomado ningún tipo de medidas judiciales al respecto;
f) Que si todo lo anterior es verdad, ¿por qué razón usted no ha procedido a imputar y a dictar la prisión preventiva a Valente y Brandolín, dado que se desprende que allí estaría la respuesta a la autoría intelectual del hecho y los grados de complicidad?
g) Que si las “pruebas” son las herramientas que usa tanto la defensa, como la parte acusadora en un juicio, tanto para demostrar la inocencia como la culpabilidad de alguien, no es suficiente contar con “indicios” lógicos y coherentes, como para establecer sospechas e imputar a los sospechosos de cometer un delito, y de no ser así, ¿cuál es la función de un fiscal?
Señor fiscal Daniel Del Vö, no confunda los mensajes que la sociedad le está enviando, ni subestime la capacidad intelectual y la inteligencia de los ciudadanos comunes, pues, nadie le puede aceptar lo que argumenta como para justificar la inacción en la investigación y procedimiento judicial en el “Caso Roganti”, y menos, mucho menos, puede creer usted que más de 30 entidades sociales, cuando le presentan más de 2.000 firmas clamando justicia (y en este caso “celeridad” es sinónimo de ella), le pueden estar dando “apoyo”, “respaldo” o “acompañamiento” alguno, cuando esa misma sociedad lee sus argumentos en medios periodísticos.
Las más de 30 entidades sociales, junto a amigos y familiares de las más de 20 víctimas de crímenes o desapariciones sin resolver, han organizado marchas, radios abiertas, exposiciones fotográficas, Fogata de San Juan, representaciones en los pasillos de Tribunales, una peña y todo tipo de manifestaciones, en el sentido de exigirle a usted y al cuerpo judicial de Villa María, que arbitren las medidas necesarias para que se haga justicia y que cese la impunidad.
Señor fiscal, no olvide que en las plazas públicas, como símbolos de la memoria colectiva, figuran los bustos de aquellos que los pueblos honran por su patriotismo, heroísmo y responsabilidad en el cumplimiento del deber, pero también están los rastros de las indignidades de aquellos que pretendieron burlarse de la nobleza humana.
Fernando Castiglione
Editor Responsable de Antorcha
www.antorchalyf.org
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