“No hay plazos ni imposiciones, pero la tendencia que están tratando de establecer es que el egreso de las escuelas especiales se produzca antes de los 20 años, para equipararlos con la escuela secundaria común”, dijo una docente de la Escuela Especial 20 al referirse al egreso anticipado de los alumnos de esa institución educativa.
Actualmente, los chicos asisten hasta los 27 años. El programa de actividades del ciclo de especialización consiste en talleres laborales de papel reciclado, lavandería, rallado de pan y pastas.
De esta manera, pueden comenzar un proceso de adaptación al ámbito laboral que les permita su inserción social al egresar de la escuela.
Con la baja de la edad de egreso, la situación será más difícil para las familias del discapacitado, admitieron las docentes consultadas.
Esto se debe, fundamentalmente, a que hay en esta ciudad pocos talleres protegidos que puedan albergar laboralmente a todos los egresados anticipados. Y también hay pocos de recreación para contener a toda la población.
Además, hasta el momento, no hay apoyo oficial para que las personas de la escuela puedan insertarse laboralmente en la Municipalidad haciendo tareas según sus capacidades.
La discapacidad es un colectivo variado. Hay chicos que tienen imposibilidades físicas, otros mentales y otros son multi-impedidos. Para cada caso, las docentes trabajan en la inserción social.
Pero si abruptamente deben dejar la escuela, el ocio en la casa de un joven que necesita estimulación, el retroceso será inevitable.
Es por eso que aseguraron los docentes “que pelearán con uñas y dientes” para que no se aplique en Villa María la tendencia que están imponiendo desde el Gobierno provincial. O bien, para que la sociedad y el Estado apoyen la creación de talleres para dar continuidad al proceso de inserción de los discapacitados.