La Municipalidad emitió un comunicado oficial en el que expresa su disconformidad con las declaraciones públicas del director de Recursos Hídricos de la provincia, Juan Bresciano, quien alertó sobre la cantidad de arsénico en la ciudad.
El comunicado expresa que el funcionario habla con desconocimiento, dado que no tiene aún información sobre los últimos resultados de los análisis hechos por la Municipalidad y por la Cooperativa. Resultados que, por otra parte, tampoco tiene la población dado que con evasivas, hasta el momento no hicieron públicos.
En definitiva, el comunicado oficial expresa que el lunes llevarán esos resultados a Córdoba, donde se reunirán con Bresciano, representantes de la Cooperativa y los de la Municipalidad de Villa María.
Pedirán, con los datos en la mano, que la provincia haga un informe técnico del agua de red que se consume en la ciudad, porque, según argumentan, los resultados adversos (de más de 0,05mg/l) surgen de análisis hechos en los pozos. En cambio, los que se hacen en la red mejoran precisamente por el proceso que hace la Cooperativa al distribuirlo.
Finalmente, el comunicado coincide con las declaraciones de Mario Valenti (ver página 5) al atribuirle intenciones políticas a Bresciano. “Queda demostrado en sus dichos una clara intencionalidad política y el motivo de trasladar intranquilidad a la población, desligando a la provincia de la problemática, cuando en realidad, la subsecretaría de Recursos Hídricos de Córdoba es la autoridad de aplicación y quien autoriza a operadores privados para la extracción de manera indiscriminada, de grandes cantidades de agua de nuestro acuífero con otros destinos”, aseguraron.
@ Un silencio sospechoso
¿Por qué, si el resultado de los análisis de los cuatro laboratorios dieron que el arsénico en el agua de Villa María es el permitido, no los dan a conocer?
Esa pregunta obvia es la que todavía no contestaron ni desde la Municipalidad, ni desde la Cooperativa, ni siquiera desde la provincia.
Hubo muchas palabras, pero ninguna respuesta. Que era difícil hacer el análisis por la falta de efedrina (¿?), que la diferencia entre las muestras de red y de pozos provocaba cambios, que los métodos no eran fiables, que hay intenciones políticas, que son campañas de medios de comunicación y un montón de cosas más que claramente procuran esconder un dato invalorable, certero y necesario: el que indica cuánto arsénico hay en el agua que consumimos.
Aunque no tengamos esas respuestas, los vecinos exigen acciones para que reduzcan el arsénico al nivel aceptable, que es ni más ni menos que el establecido por la Organización Mundial de la Salud (0,01mg/l).
Los responsables del agua que consumimos, aún deben la respuesta.
Patricia Gatti
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