La Asamblea por la Democracia se constituyó en la coyuntura relacionada al conflicto del campo como espacio de reflexión, debate y lucha. Sin embargo nuestros objetivos hoy trascienden la coyuntura y buscan, a través de la militancia y la participación, una sociedad de inclusión, igualdad, justicia y, en ese sentido, democracia.
Es por todo esto que aprovechamos la oportunidad para comentarles que estamos trabajando sobre los desalojos en el barrio Carlos Pellegrini. Para informarnos sin intermediarios realizamos un acercamiento al barrio y sus integrantes.
En el mismo se destruyeron dos viviendas y se dejaron a dos familias sin hogar. Frente a esto decidimos actuar con las pocas herramientas que contamos. Una de ellas es la información y la verdad sobre los derechos y la situación en la que quedan las familias desalojadas. El escenario es la siguiente:
El procedimiento puede ser legal, pero definitivamente no es legítimo. Las familias residían en las viviendas desde hace más de 20 años, lo cual les da derecho de posesión. Asimismo es difícil ejercer derechos cuando uno no tiene acceso a las herramientas y a la información legal.
La familia desalojada no esta reubicada y no tiene una nueva casa, como la Municipalidad dijo en complicidad con el sistema de Justicia. Públicamente se prometió una casa y "reubicación" mientras en la realidad se ofrecían un par de chapas.
Se prometieron planes de viviendas sociales, pero en cambio se están desalojando familias.
El reverso del progreso de pocos es la destrucción de viviendas. El costo de las ganancias de algunos los pagamos todos nuevamente. A costilla de la estética accasttellista ocultamos las desigualdades. Menos costanera y más salud, educación, trabajo, etcétera.
Las zonas cercanas a los productos de este progreso torpe y desigualitario, no han obtenido más que desprotección. Otros vecinos siguen en peligro de desalojo. Dadas las condiciones de vida y las situaciones de vulnerabilidad muchos no cuentan con títulos de propiedad o protección.
El verdadero progreso nos incluye a todos. Por eso responsabilizamos a la Municipalidad como órgano de protección de las familias y de los ciudadanos. Estas familias necesitan más que chapas. Las viviendas son un derecho.

Asamblea por la Democracia