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La Policía allanó una vivienda de barrio Las Acacias, cumpliendo una orden del fiscal Gustavo Atienza, que investiga el frustrado asalto |
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Efectivos de la División Investigaciones de la Unidad Departamental General San Martín detuvieron ayer a un joven de 27 años, acusado de haber participado en un frustrado asalto a mano armada.
El sospechoso fue extraoficialmente identificado como Darío Nicolás Rosales, quien fue imputado por el fiscal Gustavo Atienza como presunto autor de “robo calificado por uso de arma de fuego en grado de tentativa”, que tuvo como víctima a Lucas Giúdici, propietario del restaurante “Txoco” que funciona en la sede del Centro Vasco de Villa María.
La detención del sujeto en cuestión se produjo a las 7.30 de la mañana de la víspera en una vivienda ubicada en calle Las Violetas a la altura del 400, en barrio Las Acacias, dando cumplimiento a una orden de captura dispuesta por el titular de la Fiscalía de Instrucción del Segundo Turno.
@ Antecedentes
Según informó anoche la Jefatura de la Departamental, en el domicilio allanado se secuestraron “elementos vinculados al hecho” (no se precisó de qué se trata), al tiempo que pudo saberse que Rosales tiene antecedentes por delitos contra la propiedad.
El frustrado asalto a Giúdici se produjo alrededor de las 2.20 de la madrugada del martes 14 de julio, a poco de arribar a su domicilio de Miramar y Arequipa, en el loteo “Aires del Este”, de barrio Bello Horizonte.
Tal como lo informó EL DIARIO en su edición del viernes 17, el joven empresario gastronómico -de la misma edad que el acusado- fue sorprendido por un desconocido de mediana estatura y barba rala, que vestía una campera con capucha.
@ Bajo amenaza
El delincuente salió de entre las sombras y empujó a Giúdici, al punto de hacerlo trastabillar y caer al suelo. De inmediato le aplicó varios puntapiés en el brazo derecho y la espalda, mientras decía “quedate quieto, mirá lo que tengo”.
Dicha expresión hacía explícita referencia a un objeto letal que estaba empuñando, aunque el damnificado no alcanzó a precisar si se trataba de un arma de fuego o de un cuchillo.
“Fue un momento de mucha tensión y no alcancé a ver bien qué tenía en la mano”, relató Giúdici al ser entrevistado por este matutino un par de días después del hecho.
En aquella nota periodística, titulada “Con una resistente defensa, puso en fuga a los ladrones”, el dueño del céntrico restaurante contó que pudo evitar ser asaltado gracias a una inesperada reacción (repelió la amenaza con golpes, puntapiés y desesperados pedidos de auxilio) que hizo desistir a los delincuentes de continuar con el atraco.
En cambio, la esposa de Giúdici sí vio claramente que otro sujeto le apuntó con un revólver de color negro (lo identificó por el tambor), cuando ingresó a la cochera en el momento en que la joven trataba de cerrar una puerta interior para evitar que el desconocido entrara a la vivienda.
Pese a tener la situación dominada, este segundo asaltante desistió de continuar con su cometido y salió por donde había entrado, mientras que en la calle su compañero de andanzas quedaba prácticamente sin reacción ante la férrea defensa esgrimida por Lucas.
Ocurre que el dueño de casa no sólo opuso tenaz resistencia a los golpes recibidos, sino que en su desesperación por eludir la intimidación comenzó a gritar pidiendo ayuda y golpeó varias puertas y ventanas de sus vecinos para que llamaran a la Policía.
Cuando los dos delincuentes se alejaron del lugar sin llevarse nada, Giúdici vio a la distancia que se juntaron con otros dos sujetos y los cuatro se perdieron en la oscuridad de la noche.
Poco después llegó al lugar personal del Comando de Acción Preventiva (CAP), que inició una tarea de búsqueda por las inmediaciones, aunque sin éxito. Horas más tarde, Giúdici radicó la correspondiente denuncia penal, con intervención del fiscal Félix Martínez, que por entonces estaba a cargo de la Fiscalía de Feria.
@ Investiga Atienza
Cuando se reanudó la normal actividad tribunalicia, la causa pasó a manos de Atienza, quien a última hora del jueves libró la orden de allanamiento de la casa de Rosales, sobre el que pesaba desde hace varios días una orden de captura por su presunta intervención en aquel frustrado atraco.
Darío Rosales fue alojado en un calabozo de la Comisaría de Distrito local y durante el transcurso de la semana venidera será indagado por el funcionario judicial, quien continúa con la investigación del hecho en procura de identificar y localizar al otro sujeto que participó en la fracasada acción delictiva.
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