El cartel “se vende” colgado en la casona de Corrientes y Mariano Moreno, hizo recordar con nostalgia los tiempos en que ese lugar albergaba a la escuela Mariano Moreno y Belgrano.
La venta fue algo inevitable. Las herederas del profesor Carlos Rocchi, propietarias de la casa, ya no viven en Villa María y tomaron la decisión porque solas no la podían conservar.
Pese al derecho que les asiste de venderla, el cartel despertó nostalgia entre los profesores que transitaron esas aulas.
Tal el caso de Ricardo Vagliente, quien fue director desde 1974 hasta el año 2001 del secundario Manuel Belgrano.
“Me llaman muchos ex profesores y ex alumnos”, dijo el docente ante los micrófonos de Radio Neo. “Pero no se puede revertir la decisión de los herederos, están en su derecho. Además, se hicieron mil intentos con organizaciones para que se hicieran cargo, pero no se pudo”, señaló el docente, quien además fue autor -junto a otro ex profesor, José Naselli- del libro “Historia de un pequeño milagro”, que cuenta la vida de la escuela que cumplió medio siglo.
Antes de estar allí, Vagliente recordó que funcionaba en lo que luego fue la confitería Metrópoli. Pero en 1928, la familia Rocchi se trasladó con sus aulas a la casa de Mariano Moreno y Corrientes.
“La verdad que no era lugar para un colegio, porque estaba el San Antonio, el Rivadavia y el Comercial y entonces andábamos a la caza de alumnos. Cuando pudimos terminar el edificio y nos trasladamos (en 1986 a la actual dependencia de Manuel Anselmo Ocampo y Viamonte) el número de estudiantes creció muchísimo”.
Por su parte, Leticia Pérez, vicerectora y miembro de la Asociación propietaria de la escuela, coincidió con Vagliente en que la venta de la casa le causa “a nivel personal, mucho dolor, porque ahora soy docente pero allí transité una época muy feliz como alumna”. Recuerda con claridad cada lugar, las aulas, los patios internos, la sala de Música y la biblioteca. “Es un sentimiento muy fuerte, porque los que somos del Belgrano tenemos una pertenencia especial a la institución”, afirmó.
Reconoce que no pueden hacer nada y espera que se cumpla la ordenanza que garantiza la conservación de la fachada del Patrimonio Histórico.