Escribe: Fernando de Goycoechea

Sin dejar lugar a dudas y con actuación netamente arrolladora, el Jockey Club villamariense se ganó nuevamente un lugar entre los cuatro semifinalistas del campeonato cordobés de rugby.
Para abrochar tan meritorio logro, los “verdes” superaron por 38 a 14 a su homónimo cordobés, acumularon su noveno triunfo de la temporada y se despidieron invictos (hasta el Torneo Regional) de su cancha de barrio Roque Sáenz Peña.
Ahora los “hípicos” locales tendrán que ponerse a planificar los próximos pasos con sumo cuidado (les falta jugar con Córdoba Rugby y La Tablada). El cuidado de la integridad física de sus jugadores resultará vital, de cara a las semifinales, que se desarrollarán entre el 5 y 12 de setiembre próximos.
Ahora bien, y más allá de los protagonistas, lo que goza de excelente salud es el planteo de juego que habitualmente imponen (o pretenden imponer) los discípulos de Juan Pigni cada vez que entran a la cancha.
Ayer, el plan nuevamente fue efectivo y hasta arrancó aplausos del importante marco de público que se dio cita en el predio de los de Villa María.
Las ganas de tacklear, presionar, defender y buscar jugar de manera inteligente de los dueños de casa, tuvieron dos merecidos premios: el reconocimiento de la gente y la transformación final en candidatos al título.

Sintonía verde

Ante quince hombres convencidos, concentrados y listos para ocupar su puesto de batalla, es difícil entrarles por algún lado.
Los hombres de verde demostraron, en la primera etapa, asumir cada vez con más solvencia sus roles en cada faceta del juego.
Alternando balones en el line (para evitar a Allub en las alturas), empujando en el scrum y jugando cada contacto como si fuera el último, los villamarienses le pusieron plataforma a lo que finalmente sería una victoria más que trascendente.
El resto del trabajo quedó librado a la creativiodad de los tres cuartos conducidos por Juan Pigni que de la mano (y el pie) de Nicolás Ferreyra, le pusieron al choque el toque de vértigo, adrenalina y puntos.
En el primer segmento, “Fefe” se encargó personalmente de quebrar el marcador y varias cinturas que lo vieron pasar luego de un elegante sombrerito en extremo ataque que se transformó en try.
Apostando firme a consolidar la posesión por el lado de los delanteros y luego hacer “volar” la guinda en el ancho de la cancha, los “verdes” se hicieron insostenibles.
A los 20 minutos, y con otro toque mágico de Ferreyra, Facundo Boaglio aterrizaba sin oposición bajo las haches de los oponentes.
Para cerrar el monólogo, otra vez Ferreyra haría de las suyas y cerraría el parcial con una conquista.
Del lado de los cordobeses, poco y nada. Sin la presencia del tercera línea Francisco Panessi y el apertura “Coco” Fiori, a los de barrio Jardín les faltó conducción y seguridad para sostener una clara idea de lo que debían hacer para llevar el balón al campo rival.
Durante los segundos cuarenta minutos, los de la “Docta” redoblaron ímpetu para ponerse a la altura de las circunstancias.
Con la zona de try de su anfitrión entre ceja y ceja, la visita intentó romper la defensa con sus forwards como arietes.
Sin embargo, a pesar del crecimiento rival, no dejaron pasar sus oportunidades para facturar.
Así, Boaglio luego que sus compañeros recuperaran una pelota en extrema defensa, consumó un try que significó el reaseguro del crucial punto bonus y la clasificación.
Para recuperarse del golpe anímico y con varios suplentes en cancha, los de Córdoba consiguieron descontar de a cinco con la conquista de Moya. Minutos más tarde, el fullback Salazar también haría su aporte al tanteador.
Lejos de preocuparse, el local siguió trabajando y creando situaciones para convertir. A los 34 minutos Matías Dagatti se anotó en la cuenta de trymans y en el cierre del partido Rodrigo Bruno redondeó, con su potencia, lo que sería los números finales del encuentro.