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“En la Argentina hay muchísimos talentos pero hay un problema de distancias”, señala |
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Semanas atrás, la cellista nacida en Villa María, Sol Gabetta, obtuvo el Carlos Gardel 2009 por su disco "Dmitri Shostakovich, cello concierto Nº 2, sonata para cello y piano", editado por Sony Music, como Mejor Album de Música Clásica.
La artista, radicada en Europa desde hace 15 años, es egresada de la Musikhochschule HansEisler de Berlín y desarrolla una brillante carrera internacional. Ha sido distinguida con los premios más renombrados para su instrumento (Concurso Tchaikowskide Moscú y ARD de Munich). En 2004 obtuvo el Credit Suisse YoungAward, por el cual debutó con la Orquesta Filarmónica de Viena, uno de los organismos musicales más famosos del mundo.
Gracias a una beca de "préstamo por tiempo indefinido", otorgada de manera privada por un mecenas suizo, Gabetta interpreta en un Guadagnini de 1759, uno de los instrumentos más excepcionales del mercado, valuado en más de un millón y medio de euros.
En una entrevista reciente con EL DIARIO, recuerda su incursión en el cello gracias al método Suzuki, reflexiona sobre la música clásica en Europa y en Argentina y rememora su estancia en nuestra ciudad. Vale recordar que su madre, Irene Timacheff, actuó como docente del Conservatorio “Felipe Boero”,y Andrés Gabetta, hermano de Sol, es violinista y dirige una camerata.
¿Qué se siente recibir la noticia de algún premio cosechado en tu país pero a kilómetros de distancia?
- La alegría más grande este año fue la de recibir el Gardel. Sobre todo, fue la gran confianza por parte de un jurado que por tercera vez consecutiva me otorga este premio. El saber y sentir que la Argentina, mi país, donde tengo mis familiares más queridos y donde empecé mi vida musical con el violoncello, siguen mi carrera musical. Y gracias a premios como el Gardel le otorgan un reconocimiento a todo el trabajo y esfuerzo hecho por la música clásica y para todos ellos que la aman.
Con este galardón ya serían 3 los Gardel recibidos ¿En total cuántas distinciones tenés en tu haber?
- No podría nombrar exactamente el número de premios o reconocimientos hasta hoy en día. Son unos cuantos ya, pero el Cd de Schostakowitch con el cual me otorgaron el premio Gardel recibió en Alemania el premio Echo que será difundido en directo por la televisión alemana y otros países para 5 millones de espectadores. También recibió el premio Diapasón D'Or de París.
A pesar de tu edad, has hecho grandes saltos cualitativos en poco tiempo ¿Cuánto de talento, inspiración, transpiración, estudio y perfeccionamiento intuís que hay en tu carrera?
- El resultado en algo, es siempre la mezcla de varios elementos que necesitan una cierta coordinación en el tiempo de preparación, en talento, suerte y constancia de trabajo. Muchos años fueron solos y puramente dedicados al estudio, dar todo de sí esperando algún día poder vivir de ello. Darlo sin estar con la continua presión de que esto algún día debe absolutamente llegar. Eso puede arruinar primero a una persona y al mismo tiempo automáticamente a una carrera. La música no son números los cuales teniendo la receta exacta se llega siempre al mismo resultado. Justamente en esto está la magia y la grandeza de un músico, dar sin pedir o esperar recibir absolutamente la misma cantidad de lo que uno da.
¿Cuánto influyó el aprendizaje a partir del método Suzuki?
- En mi opinión, el método Suzuki acerca los niños a la música de una forma muy natural y ayuda a desarrollar fácilmente la parte auditiva. El método influyó mucho en mí. Gracias a él mis primeros contactos con la música fueron siempre muy agradables. Uno aprende el instrumento como si estuviese jugando y poco a poco comienza a tomarlo más en serio. Hoy en día este método es un poco criticado, pero yo pienso que es muy valioso para enseñar a los niños pequeños. Diría que es uno de los únicos métodos que ofrece la oportunidad de amar la música y su propio instrumento. Pero también es muy importante saber cuándo es hora de abordar el aprendizaje de otra manera para seguir un desarrollo más profundizado en la música y su literatura.
¿Tenés planeado volver a actuar en Argentina?
- Hay siempre nuevas invitaciones y me gusta mucho tocar allá, el problema es que es difícil encontrar el tiempo. Pero en mayo del 2010 haré una gira con la Orquesta de Cámara de Basilea y tocaremos en Buenos Aires, San Paulo, Montevideo y tal vez, con un algo de suerte, en Córdoba.
¿Creés que sólo en Europa se puede desarrollar una trayectoria en la música clásica que además tenga repercusión masiva?
- En la Argentina hay muchísimos talentos en todos los ámbitos, no sólo en la música. Pero hay un problema geográfico para el total desarrollo de las cosas. En Europa las distancias son mucho más pequeñas y la interracción entre las culturas es mucho más grande. Al estar todo el tiempo en contacto con gente, políticas y religiones diferentes se abren las puertas para el crecimiento personal, laboral y musical mucho más fácilmente. En la Argentina, este tipo de conjunción es más difícil de vivirlo día a día.
@La familia y los asados
En una entrevista reciente dijiste que "solés soñar en ruso, pensar en francés y discutir en castellano". ¿Pero en casa, entre las comidas y los ensayos, qué idioma utilizás?
- Mi novio es suizo-alemán, así que en mi casa generalmente hablo el alemán, pero cuando estoy con mi familia por supuesto que el español.
Por último, ¿qué es lo que más recordás de Villa María?
- A mi familia, la cual siento mucho tenerla tan lejos. A causa de la música uno debe dejar ciertas cosas atrás y mi familia en la Argentina es algo que siento mucho no tener más cerca y a los cuales siempre tengo presentes. Otra cosa que no podré nunca olvidar, son los asados en el campo de los domingos en familia (primos, tíos, sobrinos). Ese tipo de experiencias familiares podré rara vez volverla a vivir acá en Europa.
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