El abogado Juan Olcese (50) salió, ayer a la mañana, muy temprano, a abrir el portón de su casa ubicada en la calle Río Colorado y costanera, en el barrio Vista Verde, como todos los días, para iniciar la rutina cotidiana.
Pero no tardó en advertir que todos sus planes iban a cambiar cuando los tres sujetos encapuchados lo abordaron sorpresivamente.
Uno de ellos portaba un arma de fuego. No hicieron falta demasiadas palabras para que el letrado comprendiera la situación.
De nada había servido el cartel de advertencia “Barrio con vigilancia” que está clavado en un poste a dos cuadras de la casa de Olcese. Las palabras no amedrentaron a los cacos que, a punta de pistola obligaron al hombre a ingresar a la vivienda, donde lo maniataron.
“A esa hora, el personal de vigilancia ya no trabaja, y uno tiene que salir a abrir el portón. Y ahí no hay rejas ni alarmas ni perros que valgan. Y los ladrones deben tener estudiados todos los movimientos. Esta modalidad se ha dado, por lo que sé, en otros barrios”, dice a EL DIARIO el damnificado.
Los delincuentes también redujeron a la esposa de Olcese y a su hija.
“No fueron violentos, más allá del consabido, ‘te voy a matar’ y esas cosas. Eran más bien jóvenes, de unos 20 años, robustos y no estaban sacados ni nada por el estilo. Con decir que al pasar frente al dormitorio de mi hijo más chico, me preguntaron quién estaba ahí. Les dije que era el chiquito y me dijeron ‘dejalo dormir’, narró el letrado.
Todo duró no más de 10 minutos.
Fueron inmovilizados, aunque, no resultaron golpeados. Mediante amenazas, los delincuentes exigieron dinero.
“No, no nos golpearon ni nos ataron con extremada fuerza. Me pidieron la notebook y la cámara digital y les dije que no tenía. Entonces se conformaron con el dinero y los celulares”, explicó el abogado.

@ Para no irse de a pie a su casa

De acuerdo con lo informado por la Policía en su parte de prensa, los ladrones se llevaron unos 800 pesos en efectivo, además de dos teléfonos celulares y una camioneta Ford Ranger blanca, doble cabina, propiedad del abogado, en la que fugaron a toda velocidad.
“Creo que se llevaron la camioneta para no irse de a pie a su casa. No creo que hayan tenido planeado robar el auto, porque para eso hay que saber quién compra y vende y quién desarma rápidamente los vehículos. Y además, a esa hora (eran las 7 de la mañana) no es común el robo de autos, porque ya anda toda la policía trabajando y enseguida se da la alerta”, especuló Olcese.
Los Olcese quedaron en el interior de su casa, inmovilizados, hasta que pudieron zafar de las ataduras y comunicarse con la Policía y denunciar lo ocurrido.
“Fue fácil desatarse, porque nos ataron apenas con unos cables, sin demasiada fuerza. No nos desatamos delante de ellos para no ponerlos nerviosos”, comentó el letrado.
El informe del Comando de Acción Preventiva (CAP), señala las 7.30 como la hora en que los efectivos se entrevistaron con el abogado para recepcionar su testimonio.

@ Tras los ladrones

Con los datos aportados por los damnificados, los uniformados salieron rápidamente tras las huellas de los asaltantes.
En un operativo cerrojo, pudieron rescatar, poco después, la camioneta sustraída, en la calle Arenales al 500, en el barrio Roque Sáenz Peña. El rodado fue secuestrado, aunque la información policial no consigna si fue restituido a su propietario o quedó en poder de la Policía.
Sin embargo, de los ladrones, hasta anoche no había noticias.
Por último, Olcese, quien minimizó lo ocurrido y dijo que “tuvimos suerte, al lado de lo que podría haber pasado”, hizo hincapié en que “los vecinos debemos tener cuidado con esta modalidad delictiva que consiste en sorprendernos cuando vamos abrir la puerta, a la mañana, para iniciar la jornada”.