Escribe:
Héctor Cavagliato

Trágico fin de un amante del golf que durante muchos años vivió en Villa María y ahora estaba radicado en Yacanto de Calamuchita donde estaba construyendo una nueva cancha para la práctica de este deporte.
Fue en la tarde del lunes cuando Horacio José Altemir, de 58 años, viajaba en su camioneta Toyota Hilux rumbo a Santa Rosa de Calamuchita junto a un empleado y en un tramo sinuoso y de muchas curvas perdió el control de la pick up y fue despedido.
Los golpes le produjeron la muerte en forma inmediata. Su acompañante resultó herido, pero su vida no corre peligro.
Altemir era protesista dental, profesión que alternó con su afición por el golf que lo hizo jugador, primero y, más tarde, constructor de su propio emprendimiento que ya estaba muy avanzado.
Deja un hijo, Albano, también golfista del Villa María Golf Club y una numerosa legión de amigos que supieron de sus condiciones humanas y hoy lamentan este cruel desenlace.
Los restos de Altemir fueron sepultados en la tarde de ayer en el cementerio de Santa Rosa de Calamuchita.