Luego que en quince días se sancione una ordenanza que creará una zona de resguardo en la cual no podrán utilizarse agroquímicos, se ampliarán las exigencias para quienes ingresen verduras y hortalizas al Mercado de Abasto de esta ciudad. Eso se desprende del diálogo que mantuvo ayer con EL DIARIO el concejal Rafael Sachetto.
De acuerdo al proyecto de ordenanza que está en estudio, y que bajará para su sanción al recinto probablemente en poco más de diez días, quienes ingresen verduras y hortalizas deberán cumplir tres condiciones que hasta hoy no se exigen: tendrán que firmar una declaración jurada de que conocen la legislación vigente, deberán presentar de manera obligatoria la receta fito sanitaria y tendrán que, inexorablemente, contar con asesoramiento fito sanitario desde el origen de los productos y hasta su colocación en el mercado.

@ Regulación

El concejal Sachetto se encargó de reiterar que el proyecto de ordenanza no es prohibitivo sino regulatorio, basado en la preocupación por los problemas generados por el uso de agroquímicos. El objetivo es preservar la salud de la población, ante una realidad agrícola importante.
El edil indicó que actualmente hay una ordenanza (5.636) que adhiere a la ley provincial (9.764) referida a la materia. Este proyecto que tomó estado parlamentario semanas atrás, derogaría la ordenanza citada y hace uso del artículo 9 de la ley provincial que permite a los municipios avanzar en el tema. “A la provincia se le hace imposible materialmente controlar lo que sucede en su territorio”, argumentó Sachetto.
“Estamos buscando la sanción de una norma que sea aplicable”, remarcó. Regulará la aplicación de agroquímicos en los campos sembrados y fijará requerimientos para quinteros de manera tal que se garantice que lo que ingresan al Abasto cumple con las condiciones de salubridad desde su origen.
El proyecto establece una zona de resguardo ambiental que se extiende por todos los sectores donde habitan personas, en forma permanente, con más un radio de 350 metros a partir del límite de la planta urbana, en donde no se permitirá la aplicación de productos agroquímicos, los cuales son tóxicos y están asociados “a casos de cáncer, leucemia y enfermedades de piel”.
En un radio de mil quinientos metros de los núcleos habitacionales, en tanto, se podrán utilizar productos catalogados como tres y cuatro y se está analizando si se amplía a la categoría dos.
En ese radio se prohibirá expresamente la aplicación aérea pero se autoriza la terrestre.
En cuanto a las sanciones, se va desde el decomiso hasta multas monetarias.
Fijada la unidad en un litro de nafta súper, en campos sembrados la multa irá de mil a veinte mil unidades; en tanto que para los quinteros será de cien a dos mil unidades -mucho menor, por su rentabilidad-. No se prevé intimaciones, directamente se labrarán multas, atento al bien que se resguarda.