“La causa no se mueve; me enteré de la búsqueda de Mariela con el UtilityScan porque vi el aparato arriba de un auto de la Policía, en Los Zorros, y yo, que he sido aceptada como querellante, estoy pensando en convocar nuevamente como abogado a Daniel Rigatuso”, expresó ayer Gladys Bessonart ante sus compañeros de la Asamblea por la Verdad y la Justicia.
El encuentro tuvo lugar en una sede de Verdad Real y Justicia para Todos, y contó con la asistencia de representantes de quince entidades sociales de la ciudad.
El grupo, del cual participa Gladys, brindó todo su apoyo para costear inclusive los pasajes por los viajes que deba realizar Rigatuso a la ciudad (el primero será dentro de 15 días para retomar el contacto).
El letrado fue el primero designado por la familia tiempo después de la desaparición de Mariela. Fue despedido seis meses después por otro hermano, Alberto, que no coincidía con la hipótesis del asesinato que manejaba el profesional.
Ultimamente intervenía en la causa la doctora María Elva Martínez, pero Gladys no se siente asesorada y mucho menos representada.
La Asamblea se puso entonces a su disposición para acompañarla en todo cuanto intente para esclarecer lo sucedido.
En cuanto al uso del UtilityScan, comentó que “luego de ver el aparato en el pueblo”, concurrió a los Tribunales y se entrevistó con el fiscal que lleva el caso, Gustavo Atienza, quien le reconoció que se había estado trabajando. Resulta evidente que no hubo resultado positivo, porque lo hubiera comunicado.
El uso del aparato había sido autorizado en mayo de 2007 por la Dirección de Inteligencia Criminal del Ministerio del Interior de la Nación, pero faltaba el dinero necesario para ponerlo en funcionamiento aquí. La Asamblea consiguió en una reunión celebrada en 2008 con el ministro de Gobierno de la provincia, Carlos Caserio; el de Justicia, Luis Angulo, y el fiscal General Darío Vezaro que se hicieran los aportes necesarios.
El “UtilityScan” es considerado el más exacto sistema de GPR existente en el mundo para búsquedas subterráneas.
El GPR (sigla en inglés “Ground Penetrating Radar”, que traducida significa “radar penetrante de tierra”) es un sistema móvil de uso manual, integrado con un codificador de profundidad, que sirve para investigaciones rápidas en ambientes urbanos o en terrenos poco accesibles (como, por ejemplo, campos), que posibilita tareas de búsqueda sin efectuar excavaciones.
Entre otras funciones, el “radar penetrante de tierra” es una herramienta de apoyatura legal que posibilita investigaciones en la escena de un crimen, para hallar sepulturas clandestinas y objetos enterrados hasta unos seis metros de profundidad.
Nadie sabía que Atienza ya había usado el método. Se enteró Gladys “de casualidad”.
El mes próximo se cumplirán cuatro años desde la desaparición de Mariela, aquel 28 de setiembre. La última persona que se sabe que la vio con vida es su ex marido, Rodolfo Delpino, quien estuvo detenido y luego recuperó la libertad.
Sufren aún los familiares, entre ellos sus tres hijos y su mamá, que ni siquiera percibe la renta vitalicia que le fue concedida y que realmente necesita.