Si desde Villa María hacemos un pozo que pase por el centro de la Tierra, ¿a qué lugar de la superficie terrestre llegaremos? ¿Con quién nos encontraremos al otro lado?
Por el momento, tamaña empresa es imposible, pero de lograrlo, al otro lado de esta pampa gringa arribaríamos a otra llanura agrícola, la de la provincia de Anhui, en la República Popular China, un país que hoy está en la mirada mundial a propósito de los Juegos Olímpicos 2008.
Más exactamente, estaríamos pisando una pequeña población rural denominada Fanqiao, al este de dicha provincia. Si bien Fanqiao es chica, con su zona rural, suma 54 mil habitantes.
Por esas cosas de la cartografía, el punto exacto de las antípodas de Fanqiao no está en nuestra ciudad, sino en la vecina Villa Nueva.
El lejano lugar, a decir verdad, el más lejano de nosotros en la Tierra, está situado a 537 kilómetros de Shangai y a 819 de Beijing, y muy cerca del caudaloso río Huai, responsable de muchas inundaciones en la zona.
Anhui es una de las provincias más pobres de China, y está habitada por 66 millones de personas, mayoritariamente afincadas en el campo. Allí nació el actual presidente de la nación, Hu Jintao.
Durante la Gobernación de José Manuel de la Sota, un grupo de empresarios de Anhui visitaron la capital provincial y dos frigoríficos, entre ellos uno en Río Segundo.
La población de Anhui es de la etnia Han, la más grande del enorme país asiático. Ocupa una superficie de 139 mil kilómetros cuadrados. La zona sur de la provincia es montañosa gracias a la cordillera de Huangshan.
Su economía se basa en la agricultura. Destaca el cultivo de arroz, té verde, té negro, uvas y peras. En su territorio se encuentran también diversas minas de hierro y carbón.
El año pasado, Anhui fue noticia cuando en Hefei, la capital, se remataron los bienes de un político corrupto.
Wang Huaizhong, ex vicegobernador de la provincia había sido ejecutado en febrero de 2004 tras haber sido hallado culpable de la malversación de 623 mil dólares.
El dinero recaudado en el remate se destinó a la lucha contra la corrupción.