“En relación al bloque de la Unión Cívica Radical, sólo puedo decir que estamos trabajando, como así también que no es fácil porque cada uno compromete, indiscutiblemente, en la actuación legislativa las individualidades que lo caracterizan. En lo personal, he tenido una actividad pareja en relación al trabajo y no me ha motivado otra cosa más que aportar todo lo posible a la solución de las problemáticas villanovenses. Hay que entender y respetar que no todos tenemos la misma dinámica laboral, ni siquiera los mismos tiempos. No se trata de querer ser ni la número uno, ni la número diez; yo quiero ser lo que la gente esperó que fuera, ocupando esta banca. Tengo en claro y no quiero que nadie subestime mi inteligencia, porque no seré una herramienta fácil para algunos miembros, que los hay en todos los partidos, aquéllos que practican la política mezquina del “divide y reinarás”. Comprendo que en algunos casos es porque molesta el protagonismo del otro, y en otros casos porque es más cómodo clasificar la tarea o la forma ajena cuando no registran haber transpirado la camiseta y la tarea es hablar todo el tiempo y, sobre todo, de atrás, generando conflictos.
Puedo, y con mucho orgullo, brindar datos que demuestren mi trabajo legislativo, empecemos mejor por eso, y también por igualar hacia arriba. Si el bloque no tiene buen entendimiento, lo inteligente sería la contención desde el partido y no la siembra permanente, de algunos personajes, de la discordia para beneficio propio. No creo tener que ser más clara.
Los liderazgos se ganan y no a costa de la división ni de la intriga permanente. Eso es cosa para chusmas.
La Unión Cívica Radical villanovense está expectante ante un cambio de autoridades, la presidente a asumir es Nora Bizzutti, una de las mujeres de generosa militancia y capacidad de nuestra ciudad; diría, un miembro con mayúsculas en relación a su trayectoria.
Hay mucho trabajo por delante. Es una obligación impostergable la que tenemos afiliados, militantes, dirigentes y funcionarios que integramos las filas de este gran partido la de asumir este compromiso.
Esta situación poco agradable que se presenta es consecuencia directa de habernos apartado de los principios doctrinarios del Partido; de habernos olvidado que para ser consecuentes con el ser radical es necesario volver a las fuentes; de habernos olvidado el ejemplo de quienes empeñaron su existencia en defensa de las ideas que alumbraron a los jóvenes de 1890, en pos de una buena convivencia”.