Néstor Ferrero, dueño del mercadito Nuevo Ciclo, muestra orgulloso una calabaza de 12.6 kilos que nació "huacha" en el patio de su casa en Villa Nueva (foto). "Tiré una semilla y vino solita. Hizo una guía de unos cinco metros y se trepó al ciruelo. ahí estuvo más de tres meses, creciendo, sola y única. Lo que pasa es que ya casi no hay calabazas", explicó el comerciante.
Y el ejemplar no está a la venta.
"Hace un par de días vino una clienta y me dijo 'quiero calabaza'. 'No tengo', le contesté. La señora miraba la calabaza que estaba en el exhibidor y me miraba a mí como si estuviera loco. Pero la calabaza no se vende", asegura Ferrero con orgullo.
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