Al cumplirse el 50º Aniversario de la Declaración Universal de los Derechos de los niños y las niñas, la Escuela Martín Güemes y Jardín de Infantes Silvio Péllico trabajaron articulando entre ambos niveles el Proyecto “Yo soy yo, igual y diferente”, cuyo eje temático fue el Derecho a la Identidad, Artículo 7 y 8 de la Convención Internacional por los Derechos del Niño, que hacen referencia explícita a que se respete y proteja la identidad.
El objetivo de las actividades realizadas desde Jardín de infantes a sexto Grado de EGB fue valorar el nombre y apellido como síntesis de nuestra identidad personal y relacionarlo con la identidad familiar y cultural de nuestro país.
Las actividades llevadas a cabo para los más chiquitos durante la semana fueron a través de preguntas en sus hogares tales como: la hora de nacimiento, peso y estatura, lugar de nacimiento, quién les eligió el nombre, apodos y sobrenombres. Algunos de estos datos los compararon con los del DNI de cada alumno.
No se dejó afuera el momento de lectura, en los que se disfrutó de las poesías como “¿Quién le puso nombre a la luna?”, de Mirta Goldenberg, o “Mariel y los cuentos” de Luis Rivera López, explicaron los docentes en un comunicado enviado a EL DIARIO.

@ Voces propias

Además, los alumnos de quinto y sexto grado contaron: el día jueves 6 de agosto, las señoritas junto a la profesora de Educación Física y de Inglés nos festejaron el Día del Niño en el que teníamos que pasar por postas en las que había diferentes juegos para pensar sobre lo que aprendimos de nuestros derechos, y nos hicieron un regalo cuando terminó la clase.

@ Una visita

El viernes 7 de agosto nos reunimos en el patio de la escuela y recibimos la visita del intendente de nuestro pueblo, Heraldo Romano, quien recordó los momentos de recreos cuando era alumno de esta escuela y también nos contó que cuando sus hijos eran alumnos fue presidente de la Cooperadora escolar y junto a todos los integrantes de la comisión cumplieron con la obra de refacción de los baños de nuestro colegio. Se despidió deseándonos un ¡Felíz día del Niño! y nos obsequió golosinas, como años anteriores.
Con los niños de Jardín de Infantes miramos y leímos viñetas de Francisco Tonucci y conversamos entre todos sobre las diferencias de rasgos físicos y de personalidad, los menos tímidos, anotamos en afiches lo que más nos gusta y lo que menos nos gusta de nosotros y cómo es la gente que nos gusta, ¡nos pareció muy divertido!
Contamos a los más pequeños el libro que leímos durante las largas vacaciones de invierno, “El Principito” y “Alicia en el País de las Maravillas”, repartimos en las aulas afiches en donde escribimos resumidamente la historia y el mensaje de los mismos.
Si lo relacionamos con nuestros derechos, podemos decir que tenemos derecho a vivir y soñar, ser imaginativos y a tener una “infancia feliz”.

@ Día de lectura

En el Día del Niño, la directora y personal docente de la Escuela "Martín Güemes" y la directora del Jardín de Infantes "Silvio Péllico" expresaron: les deseamos un ¡Feliz Día del Niño! a nuestros alumnos y queremos compartir con ustedes, los lectores, la poesía "Mariel y los cuentos", de Luis Rivera López.
Era una tarde aburrida y lluviosa, ésas en las que el tiempo se hace lento, buscaba yo en mi libro hoja por hoja:
¿Adónde están los niños de los cuentos?
Se fueron de sus letras enojados, de que siempre les toque sufrir tanto. Y escucharon mis padres extrañados. Mientras miraban las hojas en blanco:
-No quiero sufrir más-dijo la rubia Alicia. Quiero crecer en paz entre mis maravillas.
-¿No quiero trabajar!- dijo la Cenicienta y los tres Chanchitos -¡Una vivienda!
-Tener para comer sin tener que encontrar un tesoro escondido- les dijo Pulgarcito.
-Yo quiero ir a estudiar con mi hermana Gretel y no tener papás que me abandonen siempre.
-Un tamaño normal -pedía Almendrita- O que me quieran más aún siendo tan chiquita.
Caperucita habló de no sentir más temores para poder al sol juntar tranquila flores...
Entonces yo les dije la noticia: también los niños de este planeta son muchos los que sufren injusticias y no tienen a nadie que los defienda.
Y así los personajes decidieron a los chicos volver a divertir, pero antes dejaron un gran sueño:
Los derechos de los niños a cumplir.